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El régimen de Maduro tiene su soporte político y militar en una economía ilícita, que convive con la legal. Según la OEA, la ONU y otros organismos multilaterales, el valor generado por las actividades que la integran en 2018 se determinó en 15 millardos de dólares aproximadamente, estimándose que en el 2019 esa cifra haya aumentado. Si el PIB de Venezuela en 2019 alcanzó aproximadamente 71 millardos de dólares, esto significa que la economía ilícita generó un valor aproximado del 25 por ciento de lo producido por la economía nacional, con el agravante de que mientras el valor generado por la economía legal viene decreciendo, el otro viene aumentando.
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En consecuencia, tendemos a convertirnos en una economía cada vez más ilícita. Pero, ¿Cuales son esas actividades ilícitas amparadas y protegidas por el régimen que nos recuerdan a la Cosa Nostra siciliana, a las mafias de Al Capone o a los carteles de Pablo Escobar en Medellín y Cali? En la Venezuela de hoy son cuatro fundamentalmente según el economista Eduardo Bayut: el contrabando de oro, el contrabando de gasolina, el tráfico de drogas y las actividades ilícitas aduaneras. El contrabando de oro generó ingresos líquidos al régimen de 5 millardos de dólares en 2019, generando un ecocidio grave y el asesinato despiadado de indigenas. Guaidó en la Unión Europea se refirió a ello como el “oro de sangre”. Hasta D. Rodriguez en su fallido intento de entrar a España el 20 de enero, llevaba lingotes de oro en el avión turco que utilizó.
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El contrabando de gasolina controlado por sectores militares generó en 2019 entre 2,8 y millardos de dólares. Es de esa actividad ilícita de donde proviene el soporte militar a la dictadura. Por su parte el tráfico de drogas , que realizan carteles amparados por el régimen, a los cuales se les permite el uso y tráfico de armas por todo el territorio nacional, generaron en 2019 aproximadamente 3 millardos de dólares. Esto tiene efecto multiplicador sobre los sectores rurales que les alquilan sus tierras. Venezuela es hoy puente y centro logístico fundamental de distribución de drogas para Europa y otros destinos, al servicio de los carteles internacionales. Y finalmente, las actividades ilícitas aduanales de donde provinieron en 2019 mas de 7 millardos de dólares aproximadamente.
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Venezuela es hoy una Economía de Puertos y Aduanas donde todo se importa, pagando el precio que el militar de turno exija, así como los otros funcionarios que participan en el proceso aduanal. Así, las actividades lícitas de Producción Nacional han sido sustituidas por bodegones, automercados y abastos de productos ilícitamente importados, donde pocas personas pueden comprar en dólares. Por todo ello, estamos viviendo los últimos días de una dictadura, sostenida por el control militar y civil de actividades ilícitas, el apoyo de carteles internacionales de la droga y la venta ilegal de “oro de sangre”, para obtener el efectivo que requiere el régimen. Y como consecuencia de todo ello, la desaparición de las actividades productivas lícitas de bienes nacionales y del sector empresarial. Estamos pues en presencia de una economía donde el PIB no solo es menor cada año y lo seguirá siendo, sino cada vez mas ilegitimo. Es por ello, que el régimen del Socialismo del siglo XXI, ha llevado a la economía venezolana a ser catalogada por los especialistas en la materia, como la de “peor desempeño en el planeta”.