En
Diosdado Cabello,diputado y dirigente del PSUV tuvo el desacierto de preguntarse cínica e histriónicamente -emulando a Adolf Hitler- estas interrogaciones:
“¿Quién saquea una licorería por hambre? ¿Quién saquea una agencia de loterías por hambre?” Lo cual consideró que se trató de acciones terroristas con la intención de desestabilizar al Gobierno nacional. No señor, los únicos que han desestabilizado todo aquí, incluyendo la cacareada paz que profesan sofistamente y a alaridos, son ustedes los del PSUV y el Gobierno.
El motor de esos actos que usted dice son vandálicos, son colectivos apoyados por el oficialismo descaradamente infiltrados, azuzando al ignorante y al engañado por ustedes mismos con su discurso mentiroso que han promovido el punto número dos de la fórmula cruel -“hay que mantener al pueblo ocupado, aunque sea buscando comida”- de los 10 puntos del estalinismo-feudal-castrista, que les recomendaron desde 2003 a los perversos chavistas Lameda y Giordani, caso que Chávez rectificó, y por eso, lo quebraron, ¿serían sus mismos mentores? vayan ustedes a saber.
Sin embargo, no es nuevo que el alcohólico desesperado acometa contra las licorerías, pasó en Rusia en 1985 y por la baja producción de azúcar en Cuba, lo cual provoco un desabastecimiento en las factorías de Vodka rusas y produjo grandes focos de revueltas protagonizados por los alcohólicos del país, que para ese entonces comprendía el mayor porcentaje en el mundo. Sí señor Cabello, comprendo su mediación goebbeliana de achacar toda la miseria que ustedes producen a sus opositores, total, son expertos en crear el caos, para luego mediante la propaganda sacarle provecho a su Zurda Conducta, dicho de otro modo “siniestro proceder”.
Gramnsci, un resentido social y romántico comunista frustrado, reo de la injusticia fascista, fue otro profeta de la siniestra fórmula de hacer política, para volver al pueblo carne de cañón o lacayo del régimen feudal de los comunistas. Su patrón era cambiar la forma de hacer política, que, para ustedes es crear el caos mediante la producción de la escasez que denunciaba Sartre. En filosofía política es la conducta dionisíaca, del malo con voluntad de poder que denuncia Nietzsche a quien tanto admiraba Hugo Chávez, por “el eterno retorno” de Saratustra, otros le dicen Oclocracia.