¿La era del perdón?

El Salón de la Fama de las Grandes Ligas parece abrir progresivamente las puertas a peloteros vinculados a los esteroides, como Barry Bonds y Roger Clemens

Cuando gran parte del mundo en torno al béisbol relegó y tachó a las estrellas que estuvieron ligadas a los esteroides o que eventualmente admitieron su uso, era quizás impensable que personajes como Barry Bonds o Roger Clemens ingresaran al Salón de la Fama de las Grandes Ligas.

Pero con el transcurrir de los años y el pasar de las votaciones al pabellón de los inmortales, luego de alrededor de una década del boom de las sustancias prohibidas, parece que la ruda y reacia posición de los electores va flaqueando. Todo indica que adoptan el nuevo pensar de que, sin importar las manchas, estos astros fueron los grandes de una era inflada, en la que los baños de los clubhouses eran el lugar predilecto para vaciar las jeringas con el milagroso “jugo”.

“Bonds tiene 762 jonrones y Clemens ganó 354 juegos con siete premios Cy Young. Ellos no son perfectos para representar al Salón de la Fama, pero fueron los mejores en una etapa marcada (presuntamente) por el uso desenfrenado de sustancias para mejorar el rendimiento. Ellos son parte de la desastrosa historia del juego.

El Salón de la Fama también hizo lugar para Gaylord Perry y Don Sutton, quienes manipulaban las pelotas, para Ferguson Jenkins, que fue suspendido por poseer cocaína, para Willie Mays y Hank Aaron, que admitieron usar anfetaminas (que ahora están prohibidas por Major League Baseball). Creo que es tiempo de decir sí”, dijo Jerry Crasnick, periodista de ESPN.com, a La Verdad. Él no votó antes por Bonds o Clemens, esta vez cambió su forma de pensar.

En alza

Las votaciones de los últimos años reflejan que parte de los miembros de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA, por sus siglas en inglés) últimamente excluyó del filtro al historial de esteroides de algunas figuras, a fin de mirar más que todo sus estadísticas y logros dentro del terreno.

En el caso de Clemens y Bonds, con números dignos de una placa en Cooperstown, sus chances van incrementando progresivamente. Del 75 por ciento de los votos que deben obtener para proclamarse inmortales, Clemens obtuvo 35.4 % en 2014, 37.5 % en 2015 y por ahora suma 49.1 %, mientras que Bonds sacó 34.7 % en 2014, 36.8 % en 2015 y esta vez registra 49.7 %.

“La actitud de los votantes está cambiando”, aseguró Jon Morosi, reportero de Fox Sports, a este rotativo. “Es importante que los más grandes jugadores de cada generación sean reconocidos en el Salón de la Fama, incluso si ellos -y sus épocas- están manchados. Los votantes más jóvenes tienden a compartir mi punto de vista, por lo que, a medida que pase el tiempo, Bonds y Clemens verán incrementar su total de votos. 

A este punto, sin embargo, no creo que ellos reúnan el 75 por ciento necesario durante sus 10 años en las papeletas. Ese es un número muy alto y algunos votantes simplemente se rehúsan a apoyarlos”. Para estas elecciones, Morosi marcó, entre otros, a Bonds, Clemens y Jeff Bagwell, sempiterno sospechoso por el uso de estas sustancias que hasta ayer -con 171 boletas publicadas- reunía 79.5 % este año, suficiente para dar el soñado paso.

Casos particulares

Richard Justice, de MLB.com, también habló con La Verdad y explicó el porqué de su extraño caso. Este año no votó por ninguno de los dos citados jugadores, pero sí lo hizo anteriormente, lo que resulta raro. La razón es la cantidad de recién llegados, como Ken Griffey Jr., Trevor Hoffman y Billy Wagner.

“He votado por ellos (Bonds y Clemens) en el pasado y lo volveré a hacer. No voy a suponer quién usó o no esteroides. Mi problema este año es que vi probablemente a 15 candidatos merecedores. No pude reducir la lista a 10 y solté a esos dos porque este año no entrarán al Salón de la Fama. Me arrepiento de hacerlo. Espero votar por ellos el próximo año”.

En cuanto a Larry Stone, quien cubre a los Marineros para el Seattle Times y conversó con este diario, desde 2013 (el primer año de esos dos bigleaguers como candidatos) los apoya debido a que le es “muy difícil descubrir quién definitivamente usó o no” sustancias para mejorar el rendimiento.

“Los votantes estamos bastante divididos con respecto a ese tema. Escogí considerarlos como a otro cualquier jugador”, aseveró Stone. “Las estadísticas cuentan y los jugadores están en una buena posición con MLB, por eso votaré por ellos (ligados a esteroides) si creo que de verdad lo merecen. Creo que Bagwell entrará este año o el siguiente, también (Mike) Piazza. Eso puede llevar a que los votantes consideren ser más flexibles con otros llamados sospechosos”.

Aunque las candidaturas de Bonds, Clemens y Bagwell parecen ver una luz al final del túnel por sus trayectorias, otros estelares como Gary Sheffield, Mark McGwire y Sammy Sosa ven morir lentamente sus aspiraciones de que una placa con su cara y nombre figure en Cooperstown. Hoy, desde las 6.30 de la tarde, el Salón de la Fama les dará un espaldarazo o hundirá más a quienes, de alguna u otra manera, se mojaron en el mar de los esteroides.

OPINIONES DIVIDIDAS

Jugador

 

%2015

%2016

 

Mike Piazza

 

66.9

86.0*

 

Jeff Bagwell

 

55.7

79.5*

 

Barry Bonds

 

36.8

49.7*

 

Roger Clemens

 

37.5

49.1*

 

Mark McGwire

 

10.0

14.0*

 

Gary Sheffield

 

11.7

10.5*

 

Sammy Sosa

 

6.6

8.8*

 

Nota: (*) porcentaje de votos recibidos según el conteo de Ryan Thibs a 171 boletas publicadas (38 %)   

Cifras

762 jonrones conectó Barry Bonds en su carrera de 22 temporadas, líder de todos los tiempos en las Grandes Ligas.

7 premios al Jugador Más Valioso ganó Bonds en su carrera, la mayor cantidad para un jugador en las Mayores.

4672 ponches propinó Roger Clemens en 24 campañas en la Gran Carpa, el tercero en la lista histórica. 

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