La enseñanza universitaria cada vez se afianza como medio para generar conocimiento en los jóvenes y procurar mejoras en la sociedad
En Venezuela, el 5 de diciembre celebramos el día del profesor universitario, la que para mí constituye una de las profesiones más importantes y admirables que puede haber. Todos los años escogemos esa fecha para honrar a través de un emotivo acto solemne al personal docente por el cambio de categoría a titulares, máxima categoría en el escalafón universitario y a quienes han cumplido este ciclo académico alcanzando el estatus de jubilados.
En 2017 no fue la excepción y nuevamente desde aquí extendemos nuestras más sinceras palabras de admiración para quienes le han entregado su vida a la institución, aún en los momentos más difíciles, pero que a la larga se vuelven los más satisfactorios al constituirse en un aporte para el futuro de las nuevas generaciones.
Nelson Mandela afirmaba: “la educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”, y allí radica la significancia de que las sociedades sigan invirtiendo en la formación de docentes altamente calificados para asumir tan trascendental responsabilidad.
A pesar de la dura situación económica que agobia a nuestros universitarios hoy en día, la profesión docente en la Universidad del Zulia se mantiene con un gran compromiso y mística, lo cual puede constatarse en la calidad de los egresados, que cada año ocupan plazas de trabajo dentro y fuera del país.
El reto es seguir trabajando por una mejor Venezuela y para que las futuras generaciones estén preparadas para los retos propios de una sociedad global cada vez más competitiva, y un país que requiere profesionales más aptos para competir en un entorno impredecible y desafiante.
Felicidades a los docentes universitarios por tan loable trabajo.