La gaita es carta de presentación del Zulia hasta en Japón

Fotos: Agencias

La gaita de furro o maracaibera, con su cuatro, furro o furruco, tambora y charrasca” se comercializó y extendió al resto del país y al mundo, al punto de conseguir el Récord Guinness. A Ricardo Aguirre se le considera “El padre de la gaita”

No se puede hablar del Zulia sin hacer mención a la gaita. Es el género musical típico del estado. La máxima manifestación del folclore de la región. Sinónimo de alegría, fiesta y parranda. Define y expresa, en gran medida, la idiosincrasia del zuliano. Y es uno de sus más grandes orgullos.

Gaita es canto de alegría / que acompaña en la tristeza / que recoge la grandeza / de la hermosa tierra mía”, dice la primera estrofa de Pasión gaitera, compuesta por Rafael El Negro Rodríguez e interpretada por Jesús Terán, el popular Chavín, con Rincón Morales, en 1978.

El género musical le otorgó a Maracaibo, al Zulia y al país, el pasado 8 de noviembre, el Récord Guinness como la banda de música folklórica venezolana más grande del mundo.

Mi corazón es un templo / donde una Virgen se adora / mi pecho más la atesora / Si lejos de ella me encuentro”, retumbó esa noche en la plazoleta de la Basílica, en el centro de Maracaibo.

Más de 400 gaiteros, entre cantantes, tamboreros, furreros, cuatristas y maraqueros, niños y adolescentes, hombres y mujeres, dirigidos por el maestro Humberto Bracho, interpretaron durante más de cinco minutos Reina Morena. Se trata de un himno gaitero compuesto por Jairo Gil y Renato Aguirre en 1965, y que fue lanzada al año siguiente en la voz de Ricardo Aguirre con Cardenales del Éxito.

Origen mestizo

El origen de la gaita zuliana es impreciso, aunque la letra es hispana. Según Rafael Molina Vílchez, estudioso del folclor de la región, “la gaita zuliana, como muchas otras manifestaciones del costumbrismo latinoamericano, es mestiza”.

“Tiene un mosaico genético poliétnico, pero su raíz es hispana, aunque la hispanidad se conserve en progresiones muy diferentes a la gaita marabina (llamada también gaita de furro), canto de criollos urbanos, en quienes sobrevive con fuerza, en comparación con la gaita de tambora y la perijanera, en las cuales la negritud deja una marca más intensa”, señaló el músico y ensayista marabino.

Sin embargo, el historiador y cultor boburense Juan de Dios Martínez, entre otros estudiosos, sostiene que el género se inició con los esclavos negros en las haciendas del Sur del Lago, como protesta y evocando sus fiestas de las zonas africanas de donde provenían.

La gaita de furro “se comercializó”

“En el Zulia tenemos varias expresiones musicales, como la danza, la contradanza, el bambuco, la paloma jobitera, la décima zuliana, la gaita de tambora, la gaita perijanera, la gaita de Santa Lucía… Pero la que tuvo desde los inicios mayor impulso fue la gaita de furro”, aseveró la periodista, locutora y radialista marabina Moraima Gutiérrez, en entrevista al Diario La Verdad.

El Diccionario Regional del Zulia indica que, la gaita de furro o gaita maracaibera, “la más conocida y difundida a nivel nacional” y que se le llama así por el nombre que localmente se le da al furruco, “tradicionalmente, tenía como instrumentos el cuatro, furro o furruco, tambora y charrasca”, a los que con el tiempo se agregaron congas, teclado y bajo electrónico, entre otros instrumentos.

Venimos cantando / esta mi gaita zuliana / con el cuatro, furro / la charrasca y la tambora / te demostraremos / que esta es la gaita antañona”, dice el estribillo de Gaita antañona, compuesta por Énder Fuenmayor e interpretada por Miguel Aguirre con La Universidad de la Gaita, en 1980.

Refiere el texto que “solía tener como temporada los meses de noviembre y diciembre, es decir se bajaban los furros el 18 de noviembre, día de la Chiquinquirá, y se subían el 2 de febrero, fiesta de La Candelaria”. Se ha extendido a todo el año.

“Tiene una estructura formal de estrofa-estribillo, el primero entonado por un solista y el segundo por el coro, en las estrofas se utilizan cuatro versos y en el estribillo de cuatro a seis versos, ambos con métrica octosílaba, aunque puede utilizarse combinaciones de versos. La base rítmica es de 6×8, aunque abundan las versiones antiguas de 2×4”, añade.

Narró la reconocida promotora cultural, especialmente de la gaita, conocida popularmente como Tía Mora, que el género “pasó de los enlosados, plazas, patios y casas a los festivales que se hacían en vivo en los primeros años de los 60 en las emisoras de radio”.

La primera gaita cantada en vivo en la radio fue Nochebuena, del músico y compositor marabino Adolfo de Pool, autor de la música del Himno a la Virgen de Chiquinquirá de Maracaibo, con su conjunto. La presentación tuvo lugar en la emisora La Voz del Lago, en 1928.

La primera estrofa decía: “Anoche estaba soñando / que los negros me cogían / los negros eran tus ojos / que cautivos me tenían”.

Y el estribillo: “Esta noche buena debemos cantar / no hay que tener pena / vamos a bailar / y recordamos los tiempos de atrás / bebamos, gocemos / todo con paz”.

A juicio de Gutiérrez, “lo que mayormente ha contribuido a la promoción, el realce y la difusión de la gaita de furro son los medios de comunicación social. Y, desde la aparición del Internet, los canales de YouTube, los servicios de música en streaming y las redes sociales han sido de gran ayuda”.

Detalla que “los grupos comenzaron a grabar de maneral formal y metódica, con nombre y uniforme. De esas grabaciones llegaron las de 45 revoluciones por minuto a las emisoras. Después, las de 70 revoluciones y después el LP”.

“Una vez que llegó a la radio y a la televisión, se comercializó, comenzaron las contrataciones, los grupos se vendían como una empresa, promovían el canto regional, sin descuidar la calidad, y eso le dio un impulso importantísimo a la gaita”, recalcó.

Hasta en Japón

 

“Y de Maracaibo y Costa Oriental del Lago comenzaron a promocionarse en emisoras de otras partes del país, hasta que la gaita llegó a la pantalla chica de los canales nacionales y de allí en adelante no se ha detenido el impulso de la gaita desde el Zulia para Venezuela”, enfatizó la periodista, locutora y radialista.

Señaló que también tuvo que ver en la expansión del género más allá de las fronteras regionales “la identificación de músicos y cantantes de otras regiones con la rítmica, los sonidos, con lo atractiva que resulta la puesta en escena de la gaita como tal. Ha sido lo que más ha contribuido con la difusión a nivel nacional e internacional”.

En ese sentido, son varios los artistas internacionales que han puesto su voz a reconocidos temas gaiteros, como el cantante puertorriqueño Chucho Avellanet, la agrupación colombiana Binomio de Oro, el salsero puertorriqueño Gilberto Santa Rosa y el salsero nicaragüense Luis Enrique, entre otros.

“Donde esté un zuliano está una charrasca, una tambora, un furro, un cuatro. La gaita, desde hace varios años, creció muchísimo en el centro, en el oriente, en los Llanos, en los Andes, en Falcón. Hay grupos de gaita en toda Venezuela”, agregó Tía Mora.

Y se extendió más allá de las fronteras patrias. “Donde esté un venezolano fuera del país ahí está también presente la gaita. El venezolano en la diáspora se llevó en su maleta sus cosas personales, sus recuerdos, sus añoranzas, pero también se llevó su música. Por eso, tenemos grupos de gaita en Argentina, Chile, Colombia, Canadá, Kuwait, España, Estados Unidos…”, resaltó.

Es que la gaita zuliana es interpretada hasta en Japón. Músicos de ese país asiático han sonado temas como Aquel Zuliano, Mi Nostalgia y El Negrito Fullero, entre otros, y hasta inéditos, como Bajo otros cielos.

La gaita le canta hasta al despecho

Sobre lo que la gaita significa para el Zulia y para el país, Moraima Gutiérrez afirmó que “es el vehículo ideal para contarle al mundo sobre nuestra historia, personajes populares, tradiciones, costumbres”.

Y eso lo han expresado los compositores, incluso, con el humor y el doble sentido que caracteriza al zuliano.

“Ha servido para hacer reclamos a las autoridades, para demostrar nuestro apego a la fe, para exaltar sitios naturales y monumentos históricos… Es una carta de presentación y una manera de contarle a los niños y jóvenes, abuelos, a las diferentes generaciones de zulianos y venezolanos qué es el estado Zulia, porque hemos hablado, incluso, de la contaminación del Lago, de la Batalla Naval del Lago, de Urdaneta”, prosiguió.

Gaita a Cabimas, escrita por José Chiquinquirá Rodríguez e interpretada por Bernardo Bracho con Barrio Obrero en 1965, es expresión de la protesta popular a través del género.

Virgen del Rosario / Cabimas se desespera / hay hambre por donde quiera / y otros problemas precarios / rogad desde tu santuario / por la zona petrolera”, decía el estribillo.

Los zulianos le han orado a su Patrona, la Chinita, su eterna vinculación espiritual, a ritmo de cuatro, furro, tambora, charrasca y otros instrumentos.

Virgen de Chiquinquirá / Patrona de los zulianos / por ser vos la soberana / nuestras vidas ampará / y nuestras almas llevá / por el sendero cristiano / Patrona de los zulianos / Virgen de Chiquinquirá”, dice el estribillo de la gaita Virgen de Chiquinquirá, compuesta por José Ángel Mavárez y Ramón Bracho e interpretada por Ricardo Aguirre con Cardenales de Éxito, en 1966.

Una de las gaitas más conocidas en el mundo, y que constituye un himno del género, es Sentir zuliano, gaita compuesta por Norberto Pirela y Joseíto Rodríguez Valbuena, y que hizo famosa Ricardo Cepeda, El Colosal, con Cardenales del Éxito, en 1972.

Cuando voy a Maracaibo / y empiezo a pasar el Puente / siento una emoción tan grande / que se me nubla la mente / siento un nudo en la garganta / y el corazón se me salta”, dice el estribillo.

Y adicionó Tía Mora: “A través de la gaita se ha cantado al amor y también al despecho, al guayabo”.

Le doy gracias al Señor / por haberte conocido / pues los años que vivimos / fueron de dicha y amor / pero una sombra cubrió / nuestro amor y en un momento / de ese bello sentimiento / además de sufrimiento / desilusión me dejó”, dice la primera estrofa del famoso tema Sin Rencor, compuesta e interpretada por Abdénago “Neguito” Borjas en 1977 con Gran Coquivacoa.

También le canta al país

“En fin, definitivamente, la gaita es como la cédula de identidad para el zuliano. Y para Venezuela también”, asevera Gutiérrez.

Enumera algunos de los compositores y gaiteros que le han dedicado temas también al país. “Neguito Borjas, Astolfo Romero, Renato Aguirre, Heriberto Molina, por citar a unos poquitos como compositores, siempre han abordado el tema de Venezuela”.

“Por ejemplo, Chavín, cuando hizo el tema Venezuela Galopante; Rafael Rodríguez cuando dedicó su musa al Orinoco y a Caracas; Humberto Rodríguez cuando le cantó al Auyantepuy; y Neguito cuando grabó el tema Falconiando, dedicado a las bellezas naturales de Falcón y a su gente”.

La primera estrofa de Venezuela Galopante dice: “Soy quien ordeña la vaca / soy hamaca, soy pilón / soy un pelo ‘e guama / me llaman silbón / yo soy el Pico Bolívar / feria de San Sebastián / Tengo en mi sangre lo andino / soy miche divino / lindo cafetal”.

En cada una de las restantes cuatro estrofas, Jesús Terán le cantó, con Rincón Morales, a las distintas regiones del país, en 1979.

Pasa la noche serpenteando el Orinoco / moviendo el ojo plateado / entre el paisaje más hermoso / un chapoteal de pescadores de tortugas / se mueve por la espesura el animal más sigiloso / ¡Orinoco! ¡Ya vas llegar! ¡Río hermoso! ¡Ya vas a llegar! / Venezuela en ti palpita en ti suspira como un órgano vital / ¡Orinoco! ¡Ya vas a llegar! ¡Río hermoso! / el auyantepuy es tu auténtico guardián”, dice el estribillo de Orinoco, de Rafael Rodríguez, interpretada por Pablo Grey en 1976 con Rincón Morales.

Continúa Gutiérrez: “Renato Aguirre cuando hizo Fascinante Venezuela; Pedro Urea y Rafael “El Pollo” Brito cuando hicieron Esto es decir Venezuela, que grabó Maragaita, con Carlos Méndez y Gilberto Santa Rosa; los muchachos de Guaco con Sentimiento Nacional…”.

“La gaita le ha cantado al país en toda la expresión de la palabra”, asevera la promotora cultural.

Y sigue: ”Betulio Medina, destacando las bellezas de Canaima, Margarita, Caracas. Todos los grupos de gaita han dedicado en estudios de grabación y sus inspiraciones y grabaciones a destacar las bellezas, bondades y fortalezas del país. Igual ocurre con los grupos de Lara, Falcón, hay grupos hasta en Puerto Ayacucho, Valencia, Aragua, Oriente, Puerto La Cruz”.

“Por eso, es que la gaita se considera Patrimonio Musical del país. Astolfo Romero lo decía cuando pertenecía a Gran Coquivacoa y grabó una gaita que se llama Patrimonio Nacional”, acota. Es Patrimonio Cultural de Venezuela desde 2014.

Para el gaitero cabimense Jaime Indriago, “la gaita desde su origen ha retratado la historia, costumbres y tradiciones no solo del Zulia sino de todo el país. Los compositores han sido cronista a través de sus temas”.

“La gaita es la expresión cultural que nos permite mostrar nuestro verdadero sentir y proyectarlo ante el mundo”, dijo el cantautor al Diario La Verdad.

El legado eterno de El Monumental

Y no se puede hablar del género sin hacer mención especial a quien se le considera El padre de la gaita: Ricardo José Aguirre González.

Fue cuatrista, cantante, compositor, director de orquesta, locutor y arreglista el autor de La grey zuliana, el himno gaitero más popular. Lo interpretó con el Conjunto Saladillo en 1968.

En todo tiempo cuando a la calle sales mi reina / tu pueblo amado se ha confundido en un solo amor / amor inmenso, glorioso, excelso, sublime y tierno / amor celeste, divino y santo, hacia tu bondad”, dice el introito.

Y el estribillo: “La grey zuliana cual rosario popular / de rodillas va a implorar a su patrona / y una montaña de oraciones quiere dar / esta gaita magistral que El Saladillo la entona”.

Como El Monumental bautizó la compositora Ana Stael de Áñez, con arreglos y música de Renato Aguirre, su hermano, en la gaita homónima, interpretada por Melvin Larreal con Gaitero Picadillo, en 1968, al maestro y músico marabino, nacido el 9 de mayo de 1939, en El Empedrao.

Ricardo Aguirre murió a los 30 años, a causa de un accidente automovilístico, en su Maracaibo natal, la madrugada del 8 de noviembre de 1969.

“Hacia las 6.00 de la mañana comenzó a llegar la luz plomiza del amanecer lluvioso, sobre las sinuosas calles del sector Las Veritas el agua hacía pequeños ríos, cuando un golpe metálico y seco estremeció a los vecinos que hervían el primer café. Fue un sonido grande e inquietante que apagó por un momento la percusión de las gotas en los techos de zinc”, narra el periodista y gaitero León Magno Montiel en su portal Sabor Gaitero.

Añade: “Minutos después llegó la noticia: Un vehículo rústico había chocado contra un camión mal estacionado y alguien había muerto en el acto. Escampó ese sábado 8 de noviembre de 1969, desaparecieron los ríos callejeros, y se reveló la noticia en toda su magnitud: Había muerto Ricardo Aguirre, el más grande de la gaita”.

Por ello, desde hace 40 años se celebra en el Zulia el octavo día del undécimo mes, por decreto del exgobernador Humberto Fernández Auvert el 4 de noviembre de 1983, el Día del Gaitero.

“8 de noviembre de 1969, Ricardo Aguirre pasa a lo eterno. 8 de noviembre de 1952 nace Ricardo Cepeda. En 1983 se declara Día del Gaitero. Dios bendiga a todo el que ame a la gaita”, tuitió Montiel en 2019.

Entre las composiciones de su eterno legado resaltan La pica pica, La parrandera, Gloria de un parrandón, La gaita del 65El Billeterito, Maracaibo Marginada y Mi Chinita, entre otras.

Fresca está la madrugada / y en la aurora maracucha / una inmensa voz se escucha / es el bardo que en parranda / cantando sus gaitas anda / deleitando a quien lo escucha”, dice la primera estrofa de Aquel Zuliano, otro gran himno del género que le dedicó su hermano Renato.

Y estribillo del tema lanzado en 1980 por La Universidad de la Gaita en la voz de Ricardo Cepeda: “En la bruma resplandece / Maracaibo cuando duerme / y taciturna desprende / el aroma de su arcano / cuando noble y grata emerge / la imagen de aquel zuliano / en la aurora se agiganta / despierta y se estremece / la ciudad del sol amada / cuando la voz adorada / de aquel bardo fiel le canta / y orgullosa se levanta / y a su terruño le ofrece / su corazón en la mano”.

Y en 1996, la Dinastía Aguirre le dedicó Viva la gaita, escrita también por Renato en la voz de Gisela Aguirre: “Viva la gaita maracaibera / viva la gente que sí es gaitera / viva el alma parrandera del zuliano cantador / viva el que fuera el dolor / viva la gaita pueblera”.

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