Grupos de indígenas les pagan a conductores en algunas estaciones de servicio del municipio sureño los 40 litros de gasolina que les surten, pero se toman ellos 30 litros para luego revenderlos a 1,5 dólares el litro, y los 10 restantes se los regalan a quienes les "hacen la vuelta", incluso varias veces
Usuarios denuncian que en los últimos días han visto alrededor y frente a las estaciones de servicio La Barbacoa, El Extintor y El Palotal en el municipio San Francisco, grupos de yukpas rodeados de carros, camiones y pimpinas.
Aseguraron al Diario La Verdad, con temor a identificarse, que los mismos indígenas son quienes ordenan a aquellos conductores de la cola que "cuadren" con ellos el ingreso a la bomba para que les llenen el tanque con 40 litros de combustible, de los cuales 30 les quedan a ellos y 10 a la persona que les “hace la vuelta”, sin pagar la persona nada, y dejando que se repita el procedimiento.
Dueños de camiones y carros han visto esto como una luz al final del túnel para lograr que les quede algo de gasolina y no hacer las largas colas que se han venido viendo los últimos días en la zona.
“Yo vengo y monto a los yukpas conmigo, entro tranquilo a la bomba, echo 40 litros pagados por ellos y me dan 10 a mí sin yo poner nada y listo”, expresó un usuario.
Añadió: “En las bombas ya saben, no les dicen nada y los dejan. El límite que pueden echar son 40 litros, de resto pueden pasar los camiones y carros que quieran”.
Cabe resaltar que un carro o camión puede entrar a la estación de servicio hasta cuatro y cinco veces al día, y hacer el mismo proceso.
Así la persona logra llenar su tanque y estos yukpas acumulan su “tesoro” para venderlo en los puestos de venta ilegal que han hecho en varios puntos del municipio, donde, según se conoció, revenden el litro de gasolina en 1,5 dólares, ante la vista de todos y sin consecuencia alguna.
Los usuarios también denunciaron que en las colas donde se encuentran los yukpas pasa un lote de carros que hicieron la cola “legalmente” y luego entra un lote de 4 vehículos cuyos conductores "cuadraron con ellos.
Colas persisten
Las colas de gasolina se han visto encrudecer con el paso de los días en San Francisco, las bombas cerradas se han vuelto una rutina y las pocas que abren se han vuelto una "mina de oro" para otros.
Personas tienen que amanecer en ellas para poder lograr surtir a tiempo, sin que los “ponchen” y queden sin el preciado líquido. Por ello, esta situación ha sido vista por otros como una “forma de ganar”.
“Me fui desde la madrugada, y al final me bombearon, no puede echar porque se acabó la gasolina, entonces ves cómo la anarquía reina en las bombas y te la tienes que calar, y lo peor es que a los yukpas no les hacen nada, pero si tienes una botellita así sea con un poquito de gasolina te quieren llevar preso”, expresó un conductor.
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