
En
Alejandro Antonio Ferrer Parra, de 16 años, y su acompañante, aún por identificar, no se detuvieron en una alcabala de la Guardia Nacional. Los militares los siguieron y los liquidaron. Los acusaron de pertenecer a una banda de ladrones de carros en el municipio Jesús Enrique Lossada.
En un breve reporte, los funcionarios explicaron que los sospechosos se les enfrentaron ayer, a las 5.00 de la mañana, en el sector Calle Ancha, parroquia Concepción, con un revólver, calibre 38; y una pistola, 9 milímetros; luego de que les ordenaran estacionar la motocicleta, Águila, MD, azul, sin placa. A ambos los hirieron y murieron.
Los familiares de Ferrer refutan la versión del cuerpo castrense. Lorena Parra, madre del adolescente, explicó que su hijo salió, el pasado domingo, con un amigo a una fiesta. Salieron con la novia del otro muchacho del lugar, la dejaron en su casa y manejaban hacia Las Amalias cuando se toparon con la alcabala de la Guardia.
“Los persiguieron, les dispararon. Al otro muchacho lo mataron en la calle y a Alejandro lo montaron en una ambulancia y lo internaron en la emergencia del Hospital General del Sur. Una bala se le alojó en la cabeza y llegó sin signos vitales”, detalló un pariente.
A las 6.10 de la mañana, un vecino le informó a Parra que a su hijo lo habían matado injustamente. “A Alejandro lo mataron porque querían. Le dispararon en el corazón a sangre fría, lo montaron en una ambulancia y hasta se pararon en una estación de servicio para echar gasolina”, denunció el ama de casa.
Parra sostuvo que en el centro de salud los guardias la ofendieron y maltrataron físicamente. No la dejaron ver a su hijo y cuando intentó montarse en la patrulla, uno de los militares, le dio “una patada”.
Confusión
A Alejandro Ferrer lo detuvo la Guardia Nacional por primera vez el pasado viernes. Su familia explicó que iba hacia la farmacia, sintió miedo y no paró. Le dispararon 10 veces hasta obligarlo a estacionarse. Los guardias lo detuvieron, lo presentaron en tribunales por el delito de robo de vehículo. El juez no encontró pruebas en su contra y lo liberó, recordó su madre.