¡Ya
La rendición de cuentas de los diputados es un imperativo constitucional y legal, pero además es una responsabilidad y deber de conciencia de cualquier funcionario público sea o no electo por el pueblo. Por esa razón, la semana pasada realizamos el acto respectivo con una asistencia masiva que agradezco profundamente.
Iniciamos nuestra intervención con un análisis del contexto económico, social y político de ese primer año de gestión. Hablamos de la crisis de producción nacional, del desabastecimiento de alimentos y medicinas, de la hiperinflación, del desempleo y todos los males que en lo económico vive nuestro país. También hablamos de la grave crisis de inseguridad y de la precariedad en la prestación de servicios públicos, especialmente electricidad, agua, cloacas, alumbrado público y recolección de desechos. En lo político destacamos que el resultado electoral del 5 de diciembre de 2015, produjo dos decisiones en el Gobierno y en el PSUV: impedir el funcionamiento de la Asamblea Nacional e impedir la realización de elecciones en Venezuela.
En cuanto al informe, dividimos la exposición en dos: el trabajo parlamentario nacional y el trabajo parlamentario en el estado Zulia. Comenzamos por decir que nuestra curul no estuvo vacía. Al 75 % de las sesiones asistí y al 25 % asistió nuestro compañero de fórmula, a quien agradezco su aporte, José Sánchez “Mazuco”. En la Comisión de Política Interior recibimos y procesamos centenares de denuncias de irrespeto a los derechos humanos, destacando los impresionantes excesos de las “Operaciones para la Liberación del Pueblo” que hemos denunciado como herramienta de persecución y muerte en la que pagan justos y los pecadores no tienen derecho a la defensa ni al debido proceso.
En esa comisión sancionamos, entre otras, la Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional, la Ley de Limitación de la Telefonía Celular y la Internet en el interior de los Establecimientos Penitenciarios y la Reforma de la ley orgánica del Policía y del cuerpo de policía nacional. También se discutieron las agresiones a diputados, y se dio atención a presos políticos y sus familiares y a funcionarios públicos perseguidos, por haber firmado la solicitud de referendo revocatorio (1025 casos). En la Subcomisión de Descentralización y Gobiernos Locales discutimos, entre otras, la Ley Orgánica del Estado Federal Descentralizado, la Ley Orgánica de Hacienda Pública Estadal y la Ley Orgánica del Poder Público Municipal.
Con respecto al trabajo parlamentario en el Zulia, realizamos 35 consultas de diversas leyes en nuestra región, así como 14 actividades de Contraloría en Hospitales, ambulatorios, escuelas y organismos públicos. En materia de trabajo comunitario, desarrollamos el Programa Juntos Contra el Hambre e iniciamos La constitución de Comités Vecinales de Denuncias. Llevamos a cabo 137 actividades de atención a las necesidades de los ciudadanos. En cuanto a nuestro Circuito 7 (Cacique Mara, Cecilio Acosta y Cristo de Aranza), hicimos 40 actividades políticas y sociales. Realizamos, además, 122 actividades de representación política, enfocadas en la lucha en favor del Referéndum Revocatorio.
En nuestro informe nos solidarizamos con Jorge Luis González y Romer Rubio, concejales de Primero Justicia, preso uno y perseguido el otro, así como con todos los presos y perseguidos de este régimen.
Cerramos nuestra exposición identificándonos con el dolor que sufren los venezolanos en medio de una crisis de incalculables proporciones. Estamos claros en que esto no puede seguir así. Ya no es cuestión de calidad de vida, es cuestión de sobrevivencia. Y el Zulia es el caso más doloroso porque desde aquí es de donde sale parte importante de nuestra riqueza.
El Zulia tiene 22 años siendo gobernado por los mismos dos grupos políticos y -entre aciertos y desaciertos- ¿cuál es el balance? ¡Ya está bueno! Llegó la hora de las definiciones y no de las negociaciones. Llegó la hora de luchar con más intensidad por elecciones que nos permitan salir de esto. Llegó la hora del futuro, llegó la hora de Zulia. Llegó la hora de Venezuela.