Las armas y los recursos que son de todos, los tienen ellos y para tomar la calle y permanecer en ella debemos estar más unidos que nunca. Se necesita voluntad y coraje
“Fundamento básico del sistema democrático es la libertad y un rasgo de la libertad es el ser gobernado y gobernar alternativamente”. Aristóteles
Yo parto del principio que nadie, en su sano juicio, se quiere suicidar en primavera. Quienes se sientan en una mesa a dialogar es porque la situación está muy difícil para todos y sobre todo muy tensa. Se requiere experiencia, inteligencia y prudencia. Cualquier impertinencia puede ser fatal. En esas condiciones no pueden participar principiantes que van a mostrar sus artes por primera vez, mucho menos si se sabe que el adversario es mañoso, inescrupuloso e inmoral.
Cada quien en representación de la MUD se supone que goza del apoyo de una organización y del conjunto de fuerzas allí representadas. Es cierto que allí no están todos los que son ni son todos los que están, pero, tampoco podemos aspirar que una mesa de diálogo donde está en juego el destino de la democracia, los derechos del ciudadano, y en esencia, el ejercicio de la libertad, se constituya en una suerte de poliedro donde todos queremos estar en el campo de juego. Para eso existe el mecanismo de la representación así sea imperfecto.
Es cierto que hay sectores que no están ni se sienten representados con los que están, pero eso es subsanable. Lo malo es que existan intereses subalternos individuales o grupales ocultos, o cálculos malintencionados que pretendan acabar con el único instrumento de fuerza que tenemos frente a un régimen perverso en quien no se puede confiar porque para ellos no existen las palabras “credibilidad” ni “honestidad”.
Las críticas deben hacerse dentro de la mesa y nuestras proposiciones y observaciones deben hacerse llegar por algún medio confiable. La Unidad es nuestra inmensa fortaleza, por lo que no se deben crear falsas expectativas ante los micrófonos ni lanzar ideas al viento sin una discusión previa dentro de la mesa de la unidad. La impaciencia y las fisuras son aprovechadas por los zánganos en el poder. Es necesario entender que aquí y en el ahora no existe ningún actor o grupo por sí solo con fuerza suficiente para imponerse. Esta no es una campaña presidencial anticipada, es una lucha desproporcionada contra el mal que azota al país, y nosotros decidimos enfrentarla por la vía pacífica y electoral. Las armas y los recursos que son de todos los tienen ellos y para tomar la calle y permanecer en ella debemos estar más unidos que nunca. Se necesita voluntad y coraje para no permitir ni propiciar confusión de sentimientos en estos momentos.