Aquel caluroso 2 de abril de 1967, la comunidad se volcó a la Casa Hogar Inmaculada Concepción, en el centro de la capital de Aragua. En su lecho de muerte, oía de cerca los rezos para que su quebrantada salud mejorara, a pesar de los pronósticos médicos
Laura Evangelista Alvarado Cardozo, mejor conocida como la Madre María de San José, falleció, hace 50 años, tal día como hoy en Maracay, metrópolis donde vivió por casi 67 años.
“Mamaíta”, como era llamada por quienes la conocieron, murió a 23 días de cumplir 92 años. Para ese momento estaba bastante avanzada la trombosis que padeció. Aunque no quería comer, por recomendación médica, las hermanas de la Congregación Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús, de la cual fue reverenda, le daban ligeros bocados que pudiera digerir y asimilar su delicado estómago.
En su lecho de muerte, oía de cerca los rezos para que su quebrantada salud mejorara, a pesar de los pronósticos médicos. Las niñas, que hoy seguramente serían abuelas, lloraban mientras pedían a Dios porque volviera al patio a jugar con ellas y a enseñarles matemáticas.
Aquel caluroso 2 de abril de 1967, la comunidad se volcó a la Casa Hogar Inmaculada Concepción, en el centro de la capital de Aragua. Muchos lloraron por la partida física de la Madre María. La Maracay que salía de antaño y se adentraba a la modernidad guardó luto por la muerte de la insigne choronicense.
Leyenda
La vida terrenal de la Madre María llegó a su fin un día como hoy, hace 50 años. Pero su historia se hizo leyenda a partir de la mañana del 17 de septiembre de 1982, cuando la hermana Teresa Silva recuperó la salud perdida, tras estar confinada 26 largos y penosos años en una silla de ruedas, víctima de una osteoartrosis sin cura.
Teresa Silva declaró a la prensa: “La Madre María me prometió que cuando cumpliera 50 años, ella me daría un regalo, y su regalo fue interceder ante Dios para que el Ser Supremo me devolviera la salud”.
diciembre 7, 2024
