El cardenal Quintero a propósito del descubrimiento del Lago, llegó a decir que “se trata de un Lago de movimiento continuo, lloran sobre él 50 ríos y 200 riachuelos
Formado en la era cuaternaria y descubierto por Alonso de Ojeda, el 24 de agosto de 1499, no ha logrado el Lago de Maracaibo que ningún Gobierno de Venezuela haya apreciado la importancia geopolítica y de riqueza natural que tiene el mayor estuario de la América del Sur, en tanto que mezcla de aguas dulces y saladas.
Las Naciones Unidas insisten en que las guerras del futuro serán por agua. Más de 80 millones de personas en América Latina no tienen agua potable. El agua es uno de los derechos universales del hombre.
El Zulia padece la falta de agua. Hace días el agonizante gobierno de Nicolás Maduro destinó 700 millones de dólares a la recuperación del río Guaire que atraviesa Caracas. En el 2015, Maduro ordenó plantas desalinizadoras para los estados Nueva Esparta, Falcón y Vargas. Sin llamado a licitación se le entregó este negocio a China. No concurrieron Estados Unidos, Israel y Dinamarca, que tienen las mejores empresas de tecnología hidropónica llamada también tecnología azul en el mundo. Casas de familia y edificios están pagando hasta 20 mil bolívares, por un camión cisterna.
Los 13 mil 280 Km2 que tiene el Lago de Maracaibo, están esperando que se emprenda la adquisición de plantas desalinizadoras y potabilizadoras para pagarle al Lago, lo que le ha dado a Venezuela en materia de servicios, como puerto, con petróleo, riego de tierras, historia, religión e independencia.
Este Lago no puede seguir convertido en un “arroyo anónimo” ni en un pantano. El cardenal Quintero a propósito del descubrimiento del Lago, llegó a decir que “se trata de un Lago de movimiento continuo, lloran sobre él 50 ríos y 200 riachuelos. Tiene un enemigo que es el vecino Mar Caribe que pretende invadirlo, salinizándolo. Y es el único Lago en el mundo que tiene un rayo de luz permanente, el Faro del Catatumbo.
Hace 18 años recibí del Gobierno de Canadá el proyecto de limpiar el Lago de Maracaibo, devolverle 55 especies de peces perdidos y sembrarle en sus orillas dos millones de cocoteros. Presentado al presidente electo Hugo Chávez, lo rechazó por “ser un proyecto del imperio”. A la alcaldesa de Maracaibo le di la idea del Faro de Maracaibo, para devolverle al Puerto su importancia y proyección. La desalinización y potalización del Lago es una de las metas más urgentes del Zulia insurgente.