jueves, diciembre 12, 2024
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La maldición del comunismo

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En toda sociedad siempre existirán los progresistas, los conformistas y los pusilánimes. Dependiendo de la proporción existente de cada uno de esos grupos, habrá progreso, estancamiento o pobreza. Y por supuesto, también tiene que haber condiciones ambientales favorables

Los países prósperos no siempre lo fueron. En un momento determinado todos eran pobres y fue el esfuerzo, tesón y trabajo de unos pocos, lo que permitió hacer riqueza que luego se transformó en prosperidad para los demás. En toda sociedad siempre existirán los progresistas, los conformistas y los pusilánimes. Dependiendo de la proporción existente de cada uno de esos grupos, habrá progreso, estancamiento o pobreza. Y por supuesto, también tiene que haber condiciones ambientales favorables.

Y oportunidades ha tenido Latinoamérica, como la jactanciosa Argentina, granero y proveedora de carne del mundo, sexta potencia mundial, hasta que llegó Perón en 1945 con su populismo, que es repartir sin producir. Sin embargo, las últimas cinco presidencias han sido peronistas. Uruguay, “Suiza de América” con su alto grado de calidad de vida y sus leyes laborales progresistas. Hasta que les llegó la maldición de los tupamaros comunistas. No obstante, Mujica, el último presidente fue un terrorista tupamaro.

Chile la democrática, destruida por el gobierno comunista de Allende (muy parecido al de la Venezuela actual), fue rescatado por Pinochet, quien con su Constitución logró el “Milagro de Chile” que puso a valer al país. Pinochet fue apresado y juzgado, en cambio Fidel, con muchos más crímenes que el chileno nunca fue tocado. La izquierdista y presidente Bachelet, dio comienzo a los cambios de la Constitución de Pinochet. Veremos.

Brasil, el eterno “País del futuro” con su presidente Lula creador del grupo Foro de Sao Paulo que se trazó la estrategia para reivindicar al comunismo en Latinoamérica, y ahora está preso por corrupción, junto a la exguerrillera marxista y también expresidente Dilma. Ni hablar de Cuba, símbolo patético de la ruina material y moral que trae el comunismo y otros paisillos bananeros con la fiebre del socialismo corroyendo su futuro. 

¿Y dónde dejar a Venezuela, privilegiada por la naturaleza, único Estado dominado por una potencia extranjera y a punto de convertirse en el segundo país comunista de América? Por muchos crímenes, ruina y atraso que haya traído el comunismo en el pasado, al cabo de un tiempo se olvida y vuelve disfrazado con otro nombre para de nuevo, como una maldición, crear caos y desolación. Que oiga quien tiene oídos… 

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