A
Cayó la noche en La Chamarreta. María Alicia Hernández Borges, de 45 años, yacía acostada en su cama viendo la televisión. De improvisto, unos gritos interrumpieron su tranquilidad. Al prestar atención, escuchó su nombre pronunciado a gritos secos. Tomó las llaves, abrió la puerta y salió a ver quién era. Luego de caminar unos pasos, sus ojos se encontraron con los de su verdugo, la apuntó con un arma de fuego y la accionó tres veces contra su humanidad.
El hecho ocurrió ayer a las 8.30 de la noche, en la casa 112-32 del barrio Pradera Alta, sector La Chamarreta, parroquia Francisco Eugenio Bustamante. Yohaine Cañizales, de 20 años, su hija menor, contó que el gatillero escapó después de matar a su madre. Se encontró con su compinche que lo veía desde la calle, y corrieron hasta una camioneta Chevrolet, modelo Luv D-Max, blanca, que estaba estacionada una calle antes.
La mujer baleada caminó herida hasta su casa, desplomándose en la puerta de entrada. Sus hijas, que presenciaron todo desde la ventana, corrieron a socorrerla. Apenas alcanzaron ver los últimos destellos en sus ojos, antes de que partiera de este mundo. Los vecinos alarmados se acercaron hasta la vivienda para enterarse de lo que había sucedido.
Pocos minutos después llegó al lugar la hija mayor de la víctima, quien la había visitado una hora antes. Entre sollozos intentó reanimarla dándole respiración boca a boca, sin éxito. Los vecinos colaboraron para llevarla hasta el Centro de Diagnóstico Integral La Chamarreta donde los galenos certificaron su deceso.
María Alicia vivía en su casa con sus hijas de 25 y 20 años, y dos nietos de cinco años y ocho meses. Se dedicaba a vender zapatos y prendas de ropa, que regaba a los vecinos del sector. Estaba soltera desde hace cinco años. Su hija menor comentó que no tenía problemas en el lugar y que era querida por todos los vecinos.