
Aunque la prevalencia de la enfermedad de riñón es menor en las mujeres que en los hombres, cuando ellas enferman la patología tiene peor evolución
El Día Mundial del Riñón 2018 coincide con la celebración del Día Internacional de la Mujer, lo que permite poner el acento en la cara femenina de la enfermedad renal y rendirles un tributo a las pacientes renales del mundo.
Una de las principales preocupaciones de las mujeres que la sufren es “como asumir el ser cuidadoras y además enfermas”, un doble rol que viene motivado porque son ellas las que generalmente asumen el cuidado de los hijos y familiares dependientes. Así lo constatan los datos recabados por la Federación Mundial de Asociaciones para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón.
Prevenir es salud, sobre todo en una enfermedad que puede ser asintomática en sus fases iniciales, lo que dificulta y retrasa su diagnóstico. La enfermedad renal, que puede conllevar un largo tratamiento de diálisis, afecta notablemente a la calidad de vida de quien la padece. Una sencilla prueba de sangre puede revelar un problema de hipertensión arterial o de diabetes, factores de riesgo de las enfermedades renales.
Aunque la prevalencia de la enfermedad renal crónica es mayor en hombres, un 23 por ciento frente a un siete por ciento en las mujeres, distintos estudios señalan que tiene una peor evolución en las mujeres.
Que de riñones
Cada riñón es un órgano con forma de guisante del tamaño de un puño. Están ubicados hacia el medio de la espalda, justo debajo de las costillas. Realizan el trabajo de eliminar del cuerpo los desechos y el agua sobrante, que se transforman en orina y se almacena en la vejiga hasta que se evacua a través de la uretra.
Además de eliminar desechos, los riñones liberan hormonas que contribuyen a la producción de glóbulos rojos y al control de la presión arterial, y que mantienen el balance de calcio en el cuerpo.
Casi todas las enfermedades renales hacen que los riñones pierdan la capacidad de limpiar la sangre. Los riñones pueden dañarse rápidamente a causa de una lesión o un envenenamiento. Pero casi todas las enfermedades renales destruyen los riñones lenta y silenciosamente. Pueden pasar años antes de que tenga síntomas.
La diabetes y la hipertensión arterial son las dos causas más comunes de enfermedad renal. Además, si usted tiene antecedentes familiares de problemas renales, puede tener predisposición a desarrollar enfermedades renales.
El órgano enfermo
Es probable que las personas con una enfermedad renal en etapa temprana no se sientan enfermas. Sin embargo, algunos de los primeros síntomas pueden ser: sabor desagradable en la boca, cansancio, picazón en todo el cuerpo, necesidad de orinar con mayor o menor frecuencia de lo habitual, pérdida del apetito, náuseas y vómitos, manos o pies hinchados o adormecidos, somnolencia o problemas para concentrarse, calambres musculares y oscurecimiento de la piel
El médico puede controlar la función renal mediante análisis de sangre para ver si contiene demasiada creatinina o nitrógeno de urea. Estos son productos de desecho de las proteínas de la carne y del desgaste normal de los músculos. Si tiene demasiada creatinina o nitrógeno en la sangre, es posible que los riñones no estén funcionando bien.
También se indican análisis de orina para ver cuánta orina produce por día y cuánta proteína está pasando a su orina y análisis de depuración de creatinina para ver cuán bien sus riñones están limpiando la sangre.