La música el arte de cambiar vidas

La mu00fasica permite expresar y conocer los sentimientos y vivencias de las personas. (Foto: Maru00eda Fuenmayor)

Educación y familia son los elementos fundamentales para el desarrollo de un ser integral que aporte a la sociedad. Expresiones que emanan creatividad buscan desentrañar la realidad del alma. Nuevos modelos y métodos buscan formar músicos y no seres mecanizados

Con un cuatro en la mano enseña todo lo que sabe. No se basa en conceptos planos ni se dirige a una multitud. Sus oyentes son unos pequeños. Su misión es ayudar en su formación para tener en un futuro hombres y mujeres de bien. Su nombre es Ángel y al igual que él, miles de maestros por el mundo se disponen a darle vida a la música, aquello que según Platón, da alma al universo, alas a la mente, vuelos a la imaginación, consuelo a la tristeza y vida y alegría a todas las cosas.

Ángel Celis es licenciado en Música y tiene más de 20 años en el ámbito de la educación musical. De manera inconsciente, esta llegó a su vida. Al igual que el amor, apareció y como él explica, no se puede enmarcar dentro de una zona geográfica puesto que es universal. “La educación musical es sistemática, organizada, que requiere mucha disciplina, entrega, horas de estudio y amor”.

Múltiples estudios aseguran que la música forma parte del ser humano porque lo rodea. Sus teorías parten no solo de sembrar un concepto, sino de internalizar en los más pequeños el gusto por la música y a través de eso canalizar el apoyo educativo y contribuir a su formación integral.

Cambia vidas 

El profesor indica que la formación musical es igual que otras profesiones y las distorsiones que existen en la sociedad, deben ser sustituidas por otros mecanismos de acción social que se amparen en la educación y la familia. Según él, la importancia de la música radica en saber y entender lo que soy, de dónde vengo o qué puedo proponer y crear, dónde se busca construir un ser integral en lo emocional, espiritual y cognitivo.

El ambiente debe ser propicio para que esto ocurra y permita aportar nuevas fórmulas para vivir mejor en la sociedad. “Se puede ser músico en Venezuela, tenemos el ADN. Hay buenos músicos, profesores, y podemos educar y formar a través de esta. No podemos estar al servicio de un itinerario social que acelere el proceso del aprendizaje que debe ser adecuado y acorde a las edades”, comenta el artista.

Celis imparte sus clases, no sin antes resaltar que aún falta mucho por hacer. Para él, es fundamental la creación de un programa donde la música esté presente en cada uno de los ámbitos educativos. “Es una gran sensación el poder formar a los niños. Es importante para que una sociedad futura responda a las necesidades del ser humano y a lo largo del tiempo eso se va multiplicando”.

Señala que la música es una huella que deja el hombre para que quede impregnada. Es arte, ciencia y un lenguaje donde afloran los sentimientos. El músico es un ser sensible que lleva en sí una fibra espiritual dada a prestar su creatividad. También permite desarrollar el talento, ayudar al individuo a superar sus propios límites y entender su mundo más allá de los beneficios individuales y es por eso un arte que permite cambiar las vidas de las personas. 

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