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Sólo basta recordar la primera estrategia de seguridad del fallecido Chávez llamado “Plan de Desarme Carcelario”, que se hizo público el primero de marzo de 1999, el cual consistió en intentar desarmar a la población penal y el resultado fueron tres mil homicidios en las cárceles venezolanas durante los 11 años siguientes.
Podríamos hacer un paseo más detallado por cada uno de estos programas fallidos: Plan Nacional de Desarme Carcelario (1999), Plan Nacional de Seguridad Ciudadana (1999), Plan Bratton (2000), Plan Estratégico de Prevención de la Violencia (2001), Plan Confianza (2001), Plan Nacional de Control de Armas (2002), Plan Piloto de Seguridad (2003), Plan Integral de Seguridad Misión Caracas (2003), Plan Estratégico Nacional de Convivencia y Seguridad Ciudadana (2006), Plan Caracas Segura (2008), Plan Ruta Segura (2008), Plan Noche Segura (2009), Plan Autopista Segura (2009), Dispositivo Bicentenario de Seguridad (activo) (2009), Operación Cangrejo (2009), Madrugonazo al Hampa (2009), Guardia del Pueblo (activo) (2009), Misión A Toda Vida Venezuela (2012), Operativo Madriguera (2013), Plan Patria Segura (2013), Zonas de Paz (2013), Patrullaje Inteligente por Cuadrantes (2014) y constataremos que todos esos planes mostraron cada vez más ineficiencia, aumento de crímenes, violencia y malestar en el pueblo sin evidenciar resultados.
Ahora salta un nuevo proyecto que además de demagógico e ineficiente es violatorio de los derechos humanos. La OLP, otro invento electorero que intenta revertir desesperadamente el armamento de bandas y la apología constante al delito que este régimen ha evidenciado en sus acciones al armar los colectivos de terror que ellos crearon.
El país entero vio estupefacto lo que pasó hace unos días en la Cota 905 (supuesta Zona de Paz), donde desplegaron un operativo con mil 200 efectivos policiales y militares para enfrentar las bandas del PSUV y el resultado: 14 muertos, y 137 detenidos, de los que fueron liberados 130.
No hay dudas de que esta es una demostración de la incapacidad del Gobierno de hacer un estudio exhaustivo y científico de la criminalidad y aplicar un verdadero plan que la combata, no sólo con represión policial sino con un análisis de las causas multifactoriales que inciden en los crímenes cada día más violentos en el país y la revisión del sistema judicial, pues hasta miembros del Gobierno-partido revolucionario han reconocido que los niveles de impunidad sobrepasan el 95 por ciento de los casos, es decir de 100 delincuentes que van a juicio sólo son condenados cinco y el resto sale en libertad, empoderado por el mismo Gobierno para volver a delinquir.
Y paralelamente a esto me pregunto ¿Por qué armaron a los delincuentes que ahora no pueden controlar? ¿Por qué no aplican la OLP también a los militares que bachaquean en la frontera? ¿O a los que saquearon Cadivi? ¿Por qué siguen permitiendo que los pranes manden en las cárceles venezolanas? ¿Por qué Arias Cárdenas no se va a La Cañada o a Miranda o a Santa Rita y combate a los cobravacunas y sicarios que gobiernan estos municipios? Repito, la respuesta es simple: sólo les importa el cálculo electoral intentando impresionar a un pueblo que ya los conoce y que los castigará este seis de diciembre con su voto.