La oposición aplasta al chavismo

La Mesa de la Unidad Democrática se convierte en la primera fuerza política del país y amenaza la estabilidad de Maduro.  Seguidores del PSUV le dieron la espalda al proceso después de 17 años de revolución bolivariana 

Los resultados de las elecciones parlamentarias confirmaron los pronósticos de los sondeos de opinión: los electores venezolanos votaron ayer por el cambio que propuso la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y dejaron en la cuerda floja al chavismo, castigado sobremanera por sus ya antiguos seguidores, quienes le dieron la espalda pese al abuso y al ventajismo que demostró durante toda la campaña. 

Esta elección, planteada como un plebiscito por la población, que asistió de forma masiva a las urnas (74,25%), deja tocada la figura de un reprobado Nicolás Maduro, el gran perdedor de la jornada, responsabilizado por el electorado como el culpable de la crisis económica y social que azota el país. Después de 17 años de revolución bolivariana, Venezuela inicia una nueva era y la oposición se levantará hoy siendo la primera mayoría política del país después de obtener 99 diputados, por 46 del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Quedan por adjudicar 22 escaños, que podrían darle a la alternativa democrática alguna de las mayorías calificadas, un resultado sorpresivo si se analiza desde la ingeniera del sistema electoral venezolano, hecha a la medida del Gobierno nacional.    

Edgar Gutiérrez, presidente de Venebarómetro, considera que la victoria opositora demuestra, entre otras cosas, “una señal de cambio muy contundente”. Siendo la primera fuerza política del país, deberá la Unidad demostrar madurez y saber comunicar cómo y cuánto tiempo le tomará llevar a cabo ese cambio que exigieron ayer los ciudadanos con su voto, contundente en todo el sentido de la palabra. “Es una cuestión de gerencia de las expectativas. En la MUD hay quienes piensan que el cambio tiene que ir de a poco y hay otros que piensan que hay que mantener la iniciativa política y activar mecanismos como el de referéndum revocatorio. El desafío de la oposición será, entonces, cómo administrar la victoria”. 

En el peor de los casos, con mayoría simple, la alianza de partidos que adversan a Nicolás Maduro lo primero que podrá hacer, el próximo 5 de enero cuando se instale en el hemiciclo de la Asamblea Nacional (AN), es cambiar la directiva de la Asamblea Nacional (AN), un golpe de efecto para la política del país. “Ya Diosdado Cabello no va a ser el presidente del Parlamento. Habría que ver quién de la oposición va a asumir esa responsabilidad, pues eso también nos va a decir mucho de cómo se va a coordinar y comportar la oposición en el Parlamento”. 

Administrar la victoria

Oswaldo Ramírez, director de ORC Consultores, está convencido de que esta mayoría tiene que traducirse en conducción política, pues la principal amenaza en este momento en el que la gente le dio a la MUD un voto de confianza, es que no se sepa traducir ese voto para efecto de lo que viene, de lo que la gente está gritando: “más que diálogo y cohabitación, la población lo que quiere es activar todos los mecanismo para que, efectivamente, en este país haya un cambio de poder real; ese es el mandato que está enviando el pueblo”. 

Gutiérrez coincide en que ese es el mayor desafío de la oposición, porque “la población no quiere un cambio de pónganse a conversar y denle plazo a Maduro para que resuelva en seis meses la crisis económica”. Aunque suene a inmediatismo, porque -dice- hay algo de eso, la gente quiere un cambio político para que haya un cambio de país. “Una parte importante de la población está clamando por la salida de Maduro y la oposición tiene que atender ese reclamo porque si no lo atiende, o al menos no comunica bien lo que quiere hacer, se va a conseguir una rápida frustración de su propio electorado, que podría darle la espalda, porque nadie sabe si los votos de hoy fueron realmente de la oposición o son votos prestados, es decir, votos castigo en contra de Maduro. Si son votos prestados tienes que ganártelos y eso pasa por interpretar correctamente ese deseo, sin plantear escenarios de violencia ni un te vamos a sacar mañana”. 

El presidente de Venebarómetro opina que, en todos los escenarios, está el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) como el dique de contención que va a plantear el chavismo contra cualquier cosa que venga desde el parlamento. Coincide con Ramírez en que eso lo que presagia es un conflicto de poderes. “Creo que la estrategia del oficialismo, conociendo su historia, su actuación y su calibre democrático que es ninguno, va a ser tender a minimizar al parlamento opositor”. 

Y el chavismo

Cómo metaboliza el chavismo su derrota es una gran interrogante. Una manera de asumirlo podría ser desconociendo la realidad, desconociendo el parlamento electo, haciendo una asamblea comunal. Otra, agrega Gutiérrez, es reconocer que perdieron las elecciones, tener una discusión a lo interno, sabiendo que la coalición podría romperse. “Hay gente que ha planteado un cambio político dentro del oficialismo. Eso no se va a saber de inmediato, habrá que observar qué pasa con el chavismo, que desde hace algún tiempo ya viene mostrando signos de descomposición. Probablemente la pugna interna se haga más visible, porque en el PSUV, como en todos los partidos, hay fracciones. Quizás esa lucha se exacerbe y se plantee, incluso, la continuidad de Maduro. Todo eso dependerá de cómo asimile el golpe”.

Para Oswaldo Ramírez esta victoria quiebra la hegemonía chavista, que no pudo convencer a sus patrulleros de que sacaran a la gente a votar en medio de un clamor popular: “ya no quiero más a este Gobierno. Temporalmente voy a votar por una AN, pero el siguiente paso es que esa AN tome medidas en contra del Gobierno de Maduro. La oposición tiene que leer esa necesidad de cambio sabiendo que si el Ejecutivo no lo hace, saldrá a relucir la capacidad del pueblo exigir el respeto de los resultados. Creo que ya eso sobrepasa el liderazgo y la dirigencia política de este país, es el pueblo defendiendo su voto y diciendo yo gané, dejen a ellos hacer su trabajo”. 

EL DATO 

Es la primera derrota del chavismo desde que perdieron en 2007 el referéndum constitucional. 

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