Politólogo
El mapa de Venezuela se tiñó de azul el pasado 6 de diciembre. Pese a solo administrar tres gobernaciones, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ganó en 17 de los 23 estados del país (obtuvo siete millones 707 mil 422 votos, o 56,2 %, y la mayoría absoluta de 112 diputados) y quedó en una posición muy favorable de cara a las regionales de 2016, que es el próximo reto electoral de la alternativa democrática, salvo que se active alguno de los mecanismos para recortar el mandato del presidente Nicolás Maduro: el referéndum revocatorio o la asamblea constituyente.
Jesús Castillo Molleda, politólogo, asegura que la oposición tiene que decidir, después de que se instale en el hemiciclo de la Asamblea Nacional, si se van a concentrar en una agenda electoral regional o en el escenario nacional del revocatorio y la constituyente. “Tienen que estar cohesionados para una sola acción. Si un grupo de la MUD se encamina en el tema de la salida del Gobierno nacional y otro trabaja en el tema de las regionales se pueden debilitar y perder parte de la fuerza obtenida”.
Los resultados de las legislativas reflejaron que el problema nacional está arropando a los liderazgos regionales y locales. Es decir, que si el Gobierno nacional no logra hacer cambios fundamentales en el proceso de toma de decisiones y las políticas públicas nacionales, se va a debilitar al liderazgo local que tiene el PSUV. “Pero si el Ejecutivo rectifica, la oposición va a tener que elegir si toman el camino hacia la constituyente y el referéndum revocatorio o el camino a las regionales. Ir por los dos caminos en paralelo es peligroso para mantener la unidad”.
El siguiente paso
A juicio de Molleda, si la oposición quiere consolidarse de cara a futuras contiendas, debe mantenerse unida a toda costa, tener un discurso claro de lo que va a hacer en 2016, explicárselo bien a sus seguidores y nombrar una vocería para cada una de las áreas de trabajo, “porque ese es uno de los graves problemas que está teniendo la coalición, que todo el mundo dice de todo y eso confunde a sus seguidores. Ellos deberían tener una vocería para que no ocurra lo del pasado sábado entre lo que dijo Henrique Capriles, gobernador de Miranda, y lo que respondió la gente de Voluntad Popular, el partido de Leopoldo López”.
Si logran eso, asegura el también profesor universitario, van a dirimir las diferencias políticas en los procesos de primarias, que aprobó la Mesa como método de selección de futuras candidaturas y que serán vistas como un proceso de madurez política. “Pero si no se solucionan las diferencias políticas de los partidos que integran la MUD y no se cohesionan los proyectos locales, regionales y nacionales, sin ninguna duda pueden perder una grandísima oportunidad en el año próximo”.
¡A trabajar!
Muchos chavistas decepcionados votaron por un cambio el pasado 6 de diciembre, castigando sobremanera la gestión de Nicolás Maduro y dándole la espalda a la denominada revolución bolivariana por primera vez en 17 años. Pero para que la MUD pueda hacer de esos votos de confianza un voto duro “tiene que tener presencia en las zonas y resultados de gestión”, que se traduce en cumplir las promesas que se hicieron en campaña.
“Si la oposición abandona los espacios ganados se va a diluir. En los lugares donde el chavismo es fuerte, el voto a la oposición pudiera ser un apoyo momentáneo, es decir, que no está garantizado para las próximas contiendas. Pero si la alternativa democrática quisiera esa hegemonía del voto donde el chavismo siempre ha dominado, tendría que hacer acciones de política pública, visitar las zonas y garantizarle resultados a una gente que votó por un cambio”, explicó Molleda, quien recomienda a los nuevos parlamentarios que sigan recorriendo su circuito.
Según algunos estudios de opinión que se están haciendo, las expectativas de la población son muy altas en cuanto a la capacidad resolutiva que tiene la Asamblea Nacional, desconociendo, en algunos casos, las funciones reales que tiene el Parlamento. “Hay mucha gente que piensa que el Poder Legislativo es para tomar decisiones ejecutivas, acabar con las colas y la escasez. Y también creen que la oposición tiene que cumplir de manera inmediata las promesas de campaña, partiendo desde la premisa de que muchos candidatos ofrecieron más cosas de las que pueden dar desde su puesto”.
Molleda sostiene, incluso, que es posible que después de que se instale la AN algunos actores comiencen a exigir respuestas a los problemas del país. “En ese momento, hay que tener mucho cuidado con lo que se va a declarar, lo que se va a plantear y lo que se va a ver como resultado, porque esas son decisiones ejecutivas más que legislativas y en el futuro puede haber un elector decepcionado”.
El karma del candidato chavista
Una de las maneras de que la oposición continúe creciendo en 2016 es que el Gobierno lo siga haciendo mal. Por más de que la MUD se equivoque se va a seguir fortaleciendo, porque los ciudadanos van a seguir castigando la labor del Ejecutivo nacional. Ese es, a la vez, el karma de los dirigentes regionales y locales del chavismo, que dependen sobremanera de los líderes de la revolución bolivariana y de las decisiones económicas que tomen, pues así tengan una buena gestión en infraestructura y aseo urbano, no pueden desligarse de los problemas más graves de la nación y de que la gente les achaque que son corresponsables de la crisis que azota al país.