La institución revoluciona su gran obra al priorizar la versión electrónica sobre la impresa. La más reciente edición, la número 23 que salió a la calle en 2014, podría ser la última en papel
La próxima edición, la numéro 24, del Diccionario de la Real Academia Española será en formato digital, tal como lo expresó Darío Villanueva, director de la RAE. La institución quiere reformar la estructura actual del diccionario, lo que incluye un cambio de marca y la integración con el resto de las academias del mundo, según reseñó el diario español El Mundo.
El diccionario vigente afianzó su nombre y se consolidó como el Diccionario de la Lengua Española, evitando el término DRAE, como lo afirma Villanueva: “Vamos a ir poco a poco desterrándolo y ampliando nuestro espacio para abarcar a las demás academias. De ahora en adelante, será el DLE”.
Las visitas a la página web de la institución, concretamente a la aplicación que permite acceder gratuitamente al diccionario, se multiplican: en mayo se registraron 73 millones de consultas. El cambio de paradigma es un hecho que afecta desde ya de manera mucho más profunda a la vigesimocuarta edición. Pero Villanueva recalca: “No dejará de aparecer en papel, aunque se publicarán pequeñas ediciones de la versión electrónica”.
Las actuales 24 academias del mundo trabajan sobre un documento común en el que irán abordando debates y aportando sugerencias, añade: “El trabajo se descentraliza. Tendrá un carácter panhispánico, será la obra conjunta de todas las academias”.
Guillermo Rojo, miembro de la RAE y coordinador de la comisión interacadémica y director del Corpes del español del siglo XXI, explica que el Corpes cuenta con 225 millones de formas lingüísticas documentadas hasta la fecha y que en 2018 llegarán a 400 millones. Sobre esa base descomunal, los académicos de todos los países y decenas de lingüistas, lexicógrafos, filólogos trabajan en torno a la transformación digital en un proyecto que cuenta con el patrocinio del Banco Santander. “Los diccionarios impresos adolecen ya de un límite de espacio. En la última versión cupieron 93 mil entradas. Las siguientes serán ilimitadas”.
En cuanto a la selección de los términos que podrían entrar en la nueva edición, se trata de un debate vivo en la Academia. Asegura Rojo: “No significa que bajemos la guardia en la selección. Se quiera o no, estamos ante una obra normativa”. Lo que ofrece la nueva versión digital es un amplísimo enriquecimiento de cada término. “No solo contará con acepciones, pronunciaciones, sinónimos, elaboraremos varios ejemplos que faciliten la claridad de las entradas”. Y ofrecerán enlaces a otros diccionarios: “No solo a los de las academias, a unos cuantos más”, añade el académico.
El trabajo de la vigesimocuarta edición no tiene fecha de salida. Las publicaciones sucesivas de cada entrega en los últimos decenios han ocupado más de una década. “Actualmente, todos los recursos de la RAE se encuentran a disposición del proyecto”, asegura Villanueva. “En cuanto al tiempo definitivo, no nos hemos fijado fechas. Lo abordaremos de manera dinámica e iremos ofreciendo volcados parciales, como ya hicimos en Internet con la anterior edición: entre 2001 y 2014 añadimos cinco entregas que complementaban la edición de papel”.
La seguridad de Villanueva al afirmar que no será esta la última edición en papel puede que quede modificada por el tiempo. Lo que nadie discute es que se trata de todo un paso sin vuelta atrás hacia un paradigma que afecta al trabajo y la metodología de las academias. “Pero los miembros han abrazado de manera muy natural estos cambios tan profundos”, recalca Villanueva, director de la RAE. En casi 300 años, la estructura del Diccionario no se ha tocado.
La posible venta en papel del DLE peligra a manos de grandes empresas patrocinantes como la Obra Social Caixa o Iberdrola. A nadie le disgusta colocar su logo en una plataforma digital que crece ilimitadamente y que aumenta a razón de tres millones de usuarios nuevos al mes. Se trata de una marca más que segura. Visible y de prestigio, por lo que la más reciente edición en papel, la número 23, que salió a la calle en 2014 podría ser la última.
diciembre 8, 2024
