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Es evidente el enfrentamiento entre dos constituciones en Venezuela: la aprobada en diciembre de 1999 y la apócrifa o sociológica que propende a la construcción del socialismo del siglo XXI. Tan es así, que Nicolás Maduro convocó al país a una “rebelión constitucional”, expresando que “activará con fuerza las funciones del Parlamento Comunal”.
Para el mandatario, todavía traumatizado por el 6-D, “el futuro de Venezuela” son las comunas, “el pueblo ejerciendo el poder”. Y por si todo esto fuera poco, en medio de una grave crisis institucional, convocó a un “gran Congreso de la Patria” para trazar las nuevas líneas de las “fuerzas revolucionarias”, una minoría de ciudadanos, la segunda quincena de enero. Con ello, Maduro viola el artículo 236, numeral 1 de la Carta Magna, que lo obliga a “Cumplir y hacer cumplir” la Constitución y la ley.
¿A qué rebelión constitucional se refiere Maduro? ¿Será que desconoce la voluntad popular expresada el 6-D? ¿Será que está dispuesto a violar el artículo 187 de la Constitución que contempla las competencias de la AN? ¿Es que acaso no sabe que el Parlamento Comunal Nacional no existe porque no tiene ni soporte constitucional ni legal? ¿Será que no tiene claro que el Estado Comunal, como estado paralelo, viola la Constitución, y que es la negación del derecho a la libre participación ciudadana, que no puede circunscribirse a los mecanismos socialistas de consejos comunales y comunas? ¿Acaso en todo esto, Maduro no está violando descaradamente el artículo 5 de la Constitución, desconociendo la soberanía popular expresada por el sufragio? ¿Es que acaso, con estas manifestaciones, dentro de su evidente ignorancia, Maduro no está violando los artículos 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7 de los principios fundamentales de la Constitución?
Por todo ello entonces, estamos a las puertas de un choque entre el Poder Público con el Poder Popular; del Estado democrático y social de derecho, federal y descentralizado con el Comunal unitario y centralizado; de los estados y municipios con los consejos comunales y comunas; del Estado en la Constitución de 1999 con el Estado Socialista de la Constitución apócrifa. Ya es hora de llamar al orden a Nicolás Maduro, porque pregonar una “rebelión constitucional” es incitar al desconocimiento de la Constitución vigente, y esto es simplemente un golpe de Estado.