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Siete años luego de la reconversión monetaria, los altos niveles de inflación dieron un brusco giro a la economía venezolana. Paulatinamente las grandes cifras se están recuperando y a pesar de que no son tan grandes como en 2007, un año antes de la aplicación de la medida, afectan significativamente al bolsillo del venezolano. Para los analistas el error se centró en que sólo se trató de la eliminación de tres ceros y no de una reforma monetaria.
La reconversión monetaria influyó de forma positiva únicamente para la contabilidad, pero su incidencia en la economía fue “neutral”. Así lo afirma Alberto Castellano, economista. A pesar de esto, insiste en la necesidad de emitir billetes de mayor denominación, pues los costos que genera la impresión y traslado de papel moneda son cada vez mayores.
Alerta que el bolívar perdió dos de sus tres funciones primordiales. Detalla que no tiene su función de reserva de valor, pues quien lo posee, intenta deshacerse de él lo más rápido posible. La “inflación galopante” también suscita que el bolívar perdiese su función de unidad de cuenta, pues se prefiere utilizar otras monedas para estas mediciones. “Lamentablemente ha perdido ya dos funciones, mantiene la de transar por restricciones legales porque está prohibido, por ejemplo, llevar las contabilidades en otras monedas”.
El poder de compra del bolívar disminuye cada vez más. El analista afirma que los billetes de 100 bolívares conforman cerca de 70 y 75 por ciento del cono monetario, pues son los más utilizados debido al alza de los precios. Indican que esa sería una práctica que beneficiaría tanto al Banco Central de Venezuela al disminuir costos y a los consumidores, que ya no tendrían que lidiar con la carga de pacas de billetes y su escasez.
El también profesor universitario propone que se discutan dos posibles escenarios; uno en el que se dolarice la economía formalmente o una reforma monetaria. Esta última representa para Castellano una de las soluciones a la pérdida de confianza que presenta la moneda venezolana.
Asegura que mientras no se cambien las políticas económicas por parte del Gobierno, es difícil rescatar las funciones del bolívar. Detener prácticas como la monetización del déficit fiscal y los controles de precios y cambio, además de la aplicación de políticas de estímulo de la productividad son las medidas para subsanar la economía de forma paulatina que el analista considera idóneas.
De acuerdo con el profesor universitario, otra reconversión monetaria sin estas condiciones no mejorarían el escenario económico del país: “No tiene sentido hacer una reconversión si no cambian las políticas económicas”.