La salida

El tiempo apremia y ya la burbuja no aguanta más, corriendo el país el riesgo -el peor de todas las calamidades- de un estallido social sin control que desemboque en guerra civil

Venezuela está sumida en una grave crisis humanitaria sin precedentes, y ese es el tema sobre el que más se habla hoy en día en el mundo, especialmente, luego que el secretario de la ONU, Ban Ki-moon lo aseverara. Como quiera que el hambre y las enfermedades no esperan, es absolutamente necesario hallarle a la crisis venezolana una inmediata salida democrática. 

Para ello se requiere de una urgente unificación de criterios entre el PSUV, el ala militar moderada y la sociedad civil integrada por los partidos políticos, la MUD, los independientes, la Iglesia y la ciudadanía en general. El tiempo apremia y ya la burbuja no aguanta más, corriendo el país el riesgo -el peor de todas las calamidades- de un estallido social sin control que desemboque en guerra civil.  

Dentro del chavismo y según varias encuestas serias, Keller, por ejemplo, el 72 % de los encuestados piensa que el país va mal. Esas mismas encuestas dicen que el 70 % de los chavistas manifiesta su desacuerdo con el “madurismo”, lo que quiere decir que sigue siendo seguidor de Chávez pero no quiere que Maduro se mantenga en el poder. En el país, hay un inmenso consenso del 83 % de los encuestados que quiere el revocatorio contra Maduro y un 93 % que estaría dispuesto a votar. Un sondeo a nivel de los simpatizantes del chavismo, señala que el 78 % de los venezolanos cree que Chávez se equivocó al designar a Maduro como sucesor. 

Como consecuencia del desastre que causó Nicolás en el país, llevándolo a su ruina total y la infinidad de calamidades y sufrimientos del pueblo, la imagen del PSUV y su proyecto de perdurar en la vida política venezolana está por los suelos. De seguir el partido oficialista “amarrado” a la suerte del inepto Presidente, estaría rodando cuesta abajo por el barranco, por lo que motivado a razones de supervivencia política, les es necesario apartarse de él, guardando distancias con el madurismo y dejar que los acontecimientos desatados sigan su normal curso, que no es otro que un gigantesco estallido social que iría a obligar a la FANB a intervenir para poner orden. 

La salida vendría a ser, en consecuencia, que el mismo PSUV moderado y la cabeza del Alto Mando Militar, le soliciten al primer mandatario la renuncia y su salida inmediata del país hacia Cuba junto con sus adláteres, familia, ministros comprometidos y militares que violaron los derechos humanos, así como también, todos los involucrados en el negocio del narcotráfico, a quienes la DEA y el Tribunal Penal Internacional de La Haya los tienen en la mira. Se conformaría una junta cívico-militar integrada inclusive por cualquier miembro notable de la oposición y si es posible también de un representante de la Iglesia.

Ello pacificaría el país, atrayendo la ayuda humanitaria que tan necesaria es, la que Maduro y sus adláteres se niegan a aceptar. Llamarían a elecciones para dentro de un año después y no a los 30 días como lo señala la CNB. Esa sería la salida más conveniente y expedita que puede resolver la insoportable crisis humanitaria que atosiga a los venezolanos sin distingos!

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