El Samán, de 18,2 kilómetros de desarrollo, se localiza en territorio del municipio Jesús Enrique Lossada de la Sierra de Perijá. Fue descubierta en 1990, en 1992 se la catalogó como la más grande de Venezuela y en 1994 publicaron su mapa
El estado Zulia cuenta con la cueva más grande de roca caliza de Venezuela. Se llama El Samán y tiene 18,2 kilómetros de extensión. Está ubicada en territorio del municipio Jesús Enrique Lossada de la Sierra de Perijá. La atraviesa el río Socuy.
Es evidencia de que la riqueza ambiental del estado va más allá del Lago de Maracaibo, el Relámpago del Catatumbo, los parques nacionales Ciénagas de Juan Manuel y Sierra de Perijá, así como de la Ciénaga de Los Olivitos.
Fue descubierta esta caverna en 1990 por un pequeño grupo de expedicionarios de la Sociedad Venezolana de Espeleología (SVE). Fue considerada, entonces, la más grande del país, en 1992. En 1994 publicaron su mapa.
Superó los 10,2 kilómetros de la Cueva del Guácharo, en Monagas, también abierta de roca caliza, según informó Rafael Carreño, presidente de la SVE, en entrevista telefónica con el Diario La Verdad.
“Teníamos el dato de Ángel Viloria, un compañero que hoy trabaja en el Ivic (Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas), quien había conversado con baquianos y cazadores que le aseguraron que existía la boca de una cueva, conocían la entrada, pero nadie había ingresado”, recuerda.
La topografía de la cueva, que fue llamada con el nombre de la hacienda colindante, la culminaron los espeleólogos nacionales en 1994 tras ocho expediciones, en siete de las cuales participó Carreño, “porque no se puede explorar en época de lluvias, por el riesgo de inundaciones subterráneas, que la hacen peligrosa”.
Explicó que las rocas calizas que hay en su interior “se formaron antiguamente al nivel del mar, a través de acumulación de conchas, algas, etcétera. Es el tipo de roca que se usa normalmente para fabricar cemento”.
Y especificó que estas se distribuyen a lo largo de las cordilleras del Norte, donde se localiza también la cueva La Retirada, de 6 kilómetros, la tercera más grande de este tipo en el país, ubicada también en la Sierra de Perijá, cerca de El Samán.
¿Son más grandes las de cuarcita?
Sin embargo, el experto aclara que las cuevas que se consideran actualmente las más grandes de Venezuela son de cuarcita, de “rocas areniscas, constituidas por arena compactada y solidificada”, topografiadas en los tepuyes del Parque Nacional Canaima, en el estado Bolívar, por exploradores extranjeros.
Hace referencia a la cueva Imawarí Yeutá, abierta en un tipo de roca con alto contenido de cuarzo, descubierta en 2013 por un equipo de científicos venezolanos e italianos, a unos 1.500 metros de altitud, en el Auyantepuy, según publicó la BBC.
“No hay duda de que son cuevas enormes e interesantes, pero no han explicado suficientemente cómo es que han logrado esas cifras: ¿Es una sola cueva? o ¿son varias cavernas que están muy cerca una de otra?”, se pregunta Carreño.
¿Cómo miden las cavernas?
Sobre las características de El Samán, el espeleólogo detalló que se encuentra “en medio del fondo de un valle, del tamaño del de Caracas”, donde hay un morro de roca caliza. Allí el agua del río Socuy fue socavando y erosionando por debajo, hasta que se abrieron las galerías y se formó un espacio muy importante, que en los niveles inferiores está inundado”.
“Tiene varias bocas, por las cuales se puede ingresar y recorrer sin tener que salir al exterior”. Esto a diferencia de las más grandes, de los tepuyes, “que son un conjunto de cuevas, pero uno tiene que salir al exterior porque de vez en cuando se encuentra un cañón y uno sale a la superficie y vuelve a entrar a otro tramo que anteriormente formaba parte de la cueva, pero que quedó dividida en dos o más secciones”.
También explica que ocurre que “en los puntos más cercanos, entre dos cuevas, existe una fractura muy estrecha, o un derrumbe, y el agua pasa de una a otra entre las piedras, pero los exploradores no tienen espacio suficiente para pasar, y es así que deben publicar las topografías en mapas aparte y mencionar que los kilómetros medidos en el tepuy forman parte de un sistema de cuevas”.
Si en Perijá se sumaran así todas las galerías de las cuevas vecinas, el sistema de El Samán tendría 47 kilómetros de galerías topografiadas, sin contar con los extensos tramos no-penetrables que existen entre ellas, afirmó Carreño, porque junto a ella hay otras cavernas kilométricas.
Refugio de guácharos
Enfatiza que El Samán es de gran importancia desde el punto de vista ecológico, porque “alberga una colonia de guácharos, el único pájaro frugívoro nocturno, una especie que altera de manera positiva el ambiente al soltar semillas que toman de los árboles, y cuando las regurgitan en el vuelo sirven para reforestar zonas taladas o quemadas”.
En su página web, la SVE señala que “el recorrido de la cueva es predominantemente horizontal y en algunos sectores se han hallado niveles superpuestos. Los recorridos pueden ser a través de amplísimas galerías y otras veces se ingresa en complejos laberintos”.
No apta para el turismo
“Hay una voluntad de usarla turísticamente por parte de operadores turísticos y de algunos entes gubernamentales que quieren promover los paseos, pero hace falta hacer más estudios para abrir una zona al turismo, porque puede haber algún tipo de daño ambiental y riesgos para los turistas, como son las inundaciones, y no debería tomarse eso tan a la ligera”, refiere.
Sin embargo, la Gobernación del Zulia creó el Parque Ecoturístico Japreira Cuevas El Samán e inauguró la ruta ecoturística Cuevas El Samán en 2013, realizándose varios paseos vía La Concepción con el apoyo de la Corporación Zuliana de Turismo (Corzutur) y de la Secretaría de Ambiente.
Carreño revela que la SVE tiene una década sin visitar El Samán, pero advierte que sigue siendo un lugar “de difícil acceso, por ser zona fronteriza, con carreteras en mal estado que se vuelven lodazales durante las lluvias, además de la inseguridad”.
Al retomar sus planes postcuarentena piensan regresar a visitar estas y otras grutas nuevas que aún requieren ser topografiadas.
Insiste el experto: “Tiene potencial turístico, pero eso no quiere decir que en este momento esté apta para el turismo, no está acondicionada”.
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