La simulación

A Maduro le sugerimos que sea sincero y honesto consigo mismo: Asuma su rol de dictador y declare que su voluntad es la ley. Haga las cosas sin disimulo

Señala el diccionario Pequeño Larousse Ilustrado el significado de la palabra simulación en los siguientes términos: Acción de fingir o aparentar algo que no se corresponde con la realidad. El que simula finge una cosa, no es sincero, sino, todo lo contrario, un hipócrita e impostor, lo que viene a ser el sinónimo de la palabra “simulación”. Y todo impostor es un delincuente que se aprovecha de la buena fe de la gente y de su paciencia y angustias, para meterles “gato por liebre”.

El gobierno dictatorial de Nicolás Maduro y su camarilla es de hecho y de derecho, impostor. Simulan ser demócratas y hablan de libertades y de la Constitución nacional, cuando hacen exactamente lo contrario: Violarla sistemáticamente. Simulan querer al “pueblo” (la palabra más manipulada en el diccionario), cuando cometen acciones extremadamente dañinas y perjudiciales para la masa de población que dicen amar y defender.

La actitud de simular que son respetuosos de la normativa constitucional y que no se salen ni un milímetro de su articulado, es una impostura descomunal, hija del populismo perverso tan típico en los países latinoamericanos. El populismo lo implantó Perón en Argentina y más luego Velázquez Alvarado en Perú. El pésimo ejemplo populista contagió a todo aquel que terminó siendo dictador a carta cabal, siendo los últimos de ellos Fujimori, Chávez y ahora Maduro. El populismo es una enfermedad que deforma a la política. 

El deber de todo político que se considere honesto y serio, es ser veraz, sincero, no populista. Maduro habla del “pueblo”, cuando lo que está queriendo decir es otra cosa. Él y su partido son el “pueblo”; el resto del más del 80 por ciento del país, carece de esa categoría social: Son solo fantasmas, sombras apátridas que no merecen ni agua. Tienen ya a la empresa referencia del país -La Polar-, en salsa. Ya comenzó la campaña de descrédito contra su junta directiva por los distintos medios de comunicación social, haciéndoles ver como unos delincuentes que explotan a la población. Están simulando defender al pueblo y por eso inventaron lo de la guerra económica.

A Maduro le sugerimos que sea sincero y honesto consigo mismo: Haga las cosas sin disimulo. Si tiene en sus manos a todos los poderes, la FANB y la gente de la Sala Constitucional; ¿Para qué entonces simular que es demócrata? Asuma su rol de dictador y declare que su voluntad es la ley. Se ahorra con eso muchísimo dinero y dolores de cabeza, poniendo al CNE a inventar trampillas y atajos y al psiquiatra Jorge Rodríguez a decir lo absurdo. No es la primera vez que nace un dictador en el mundo ni seguramente usted será el último tirano.

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