Estamos a las puertas del colapso del sistema de medios de pago, en medio de una reconversión monetaria mal diseñada, que alimentará la hiperinflación y debilitará el crecimiento del PIB. Y ello no es más que una soberana estanflación
Con medidas sesgadas e insuficientes, sin fundamento sólido en la Ciencia Económica, en medio de gran improvisación y superficialidad, Nicolás Maduro presentó al fin al país, el 25/7/2018, un conjunto de ideas desordenadas para enfrentar la crisis económica venezolana, la que a juicio de Francisco Arias Cárdenas (PSUV) es la “crisis más profunda que se haya vivido desde la época independentista”.
Con cinco anuncios sin coherencia orgánica, que no constituyen ningún “nuevo programa económico”, será imposible alcanzar lo que aspira el vicepresidente de Economía Tarek El Aissami: “sentar las bases de la independencia y soberanía económica”. Esas propuestas inconexas no generarán ni crecimiento, ni prosperidad económica ni frenarán la hiperinflación. Tampoco transformarán el modelo de economía petrolera, sino que lo reforzarán.
Simplemente, como afirmara Maripili Hernández (PSUV), al tomarse “de espaldas a la realidad que vive Venezuela” acentuarán el proceso de destrucción de la economía nacional, que el “socialismo salvaje” que padecemos inició desde hace 19 años, en nombre de una revolución marxista y militarista, que al decir de Luis Fuenmayor Toro (PSUV) convirtió al “régimen de Maduro en una fábrica de pobres”, cuya nómina ya alcanza a más del 80 por ciento de los venezolanos, que cada vez producen menos y peor.
Las medidas anunciadas tendrán efectos económicos nulos, pero sí podrían generar en muy pocos días, un desorden, una confusión y un desconcierto soberanos en una economía que en 2018 decrecerá cerca del 20 por ciento del PIB, en medio de una hiperinflación que el FMI estima en 1.000.000 por ciento.
La irresponsable reconversión monetaria anunciada, con reducción de cinco ceros, debe implementarse con un cono monetario diseñado para una reducción de solo tres, anclada en una entelequia como el petro, que no goza de confianza alguna. Todo ello, nos pone a las puertas de un verdadero caos. Enfrentaremos una grave escasez de billetes y monedas, así como de divisas.
Viviremos una grave crisis en los puntos de ventas y los medios de pago electrónicos, ante la cual el sistema bancario, en medio de dificultades crecientes, poco podrá hacer. Estamos a las puertas del colapso del sistema de medios de pago, en medio de una reconversión monetaria mal diseñada, que alimentará la hiperinflación y debilitará el crecimiento del PIB. Y ello no es más que una soberana estanflación, cuyos responsables “son los que tienen 19 años en revolución”, al decir de Freddy Bernal (PSUV). Por ello, a confesión de parte, relevo de pruebas.