Es innegable que la etapa del matrimonio es un gran paso en la vida de todo joven, que debe llevarlo a una convivencia basada en relaciones positivas, nutriendo el desarrollo de un hogar y una familia afectuosa, para contribuir al bienestar de la sociedad
Como es bien conocido, el matrimonio es una de las metas más importante para la mayoría de las personas, pues representa un paso hacia la realización individual. Por esta razón es necesario lograr una unión emocionalmente sana y feliz, pues además a las parejas se les atribuyen compromisos sociales, así como la delicada responsabilidad de criar hijos en familia.
El matrimonio es ese momento en el cual el hombre y la mujer se unen para tener descendencia, traspasando a esa fase de sus vidas, en la cual se transforman los sentimientos en un compromiso duradero. De allí la importancia de preparar a los jóvenes para esta etapa, pues el fundamento del éxito de esta unión, depende del carácter con el que la pareja llega al matrimonio.
Por otro lado, es cierto que la educación formal está más relacionada con el aspecto profesional, sin embargo, la educación para el matrimonio se está promoviendo en algunas escuelas secundarias y universidades de los EEUU, como parte del currículo. Por ejemplo, en el estado de Oklahoma, existe un alto índice de divorcios, por esta razón la Iglesia, el Gobierno, la prensa y organizaciones comunitarias, dictaron conferencias para orientar a los jóvenes hacia matrimonios más duraderos.
Igualmente, en Florida se incentiva a las escuelas secundarias a capacitar sobre relaciones sociales, comunicación efectiva y resolución de conflictos. Esta preparación, da poder emocional y mental para asumir los retos de convivir en pareja, permite que los jóvenes encuentren motivación para formarse, ante la promesa de una relación duradera. Asimismo, involucra a la familia, pues los jóvenes aprenden de sus padres cómo manejar un hogar y los hijos que procreen a su vez serán criados en familias amorosas, pues se desarrollarán como futuras parejas y padres afectuosos.
Entre algunas de las ventajas que brinda esta preparación para el matrimonio es que sin duda, facilita el fortalecimiento de las promesas conyugales y ayuda a establecer nexos. Además, permite afianzar los valores como ese factor que consolida una convivencia cotidiana favorable, que según los especialistas son determinantes, como el compromiso, el respeto mutuo, la fidelidad, la paciencia, la ayuda recíproca, la confianza, la libertad, la responsabilidad y el amor.
Es innegable que la etapa del matrimonio es un gran paso en la vida de todo joven, que debe llevarlo a una convivencia basada en relaciones positivas, nutriendo el desarrollo de un hogar y una familia afectuosa para contribuir al bienestar de la sociedad.