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Los familiares están herméticos. Se niegan a pronunciar una palabra en torno a la muerte de su pariente, Fernando Manuel Jordan Cardozo, de 46 años, propietario de la finca El Sol, ubicada en el sector La Cabuya, zona rural del municipio Santa Rita, y a quien buscaban para asesinarlo. En la masacre también fallecieron los hermanos Julio Edixon y Graciel José Álvarez Quero. Ayer los sepultaron.
Al trío de hombres los amarraron, los torturaron con descargas eléctricas y les cubrieron la cabeza con bolsas plásticas. Los golpearon sin piedad. Los cadáveres presentaron fuertes laceraciones en la piel. Un joven de 15 años se desató y huyó por una trilla. Él junto a la esposa de uno de los hermanos Álvarez Quero, se convirtieron en testigos que permitirán dar con la identificación de los sicarios.
“Policialmente, no se trató de un vulgar robo. Hubo mucho ensañamiento. Buscaban a “Nando”. La venganza es el móvil”, comentó un informante ligado a las investigaciones.
Los funcionarios del Eje de Homicidios de la Policía científica recabaron las evidencias. En medio de los testimonios se conoció que los hombres, fuertemente armados, horas antes habían sometido a los ocupantes de un parcelamiento vecino. De donde sustrajeron varios equipos y dinero efectivo. En reiteradas oportunidades preguntaban dónde conseguían a “Nando”.
Aún cuando esta nueva masacre, se registró en medio de una tormenta de 14 fallecidos y un atentado vinculado a las mafias que operan en el Hipódromo de Santa Rita, que se disputan el liderazgo y control del óvalo hípico, las investigaciones apuntan a que este hecho está aislado, pero no descartan que lo haya ejecutado una de las bandas que operan en la zona.