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No se calla la verdad amenazando a periodistas. Rememoramos esta frase de una campaña mexicana para denunciar el hecho del que fuimos víctimas como equipo periodístico y como medio de comunicación. Qué pasa en un país en donde hombres que se identifican como funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) golpean a un fotógrafo y lo amenazan con matarlo como a un perro. O que vociferan que podrían “darle unos tiros” y “dejarlos botados para que el CICPC resuelva”.
Este es un periódico comprometido con la gente y con lo que la gente necesita denunciar. Estamos comprometidos con la verdad, como norma irrenunciable. Estamos del lado de los más débiles. Las denuncias que hemos publicado sobre las fallas y deficiencias en el Hospital Universitario de Maracaibo (HUM) no son “una campaña mediática” contra el centro asistencial. En esas informaciones publicadas están las voces de los afectados, las de las madres de pacientes que están en la Unidad de Cuidados Intensivos de Pediatría y que padecen porque no hay aire acondicionado y no hay agua, porque no hay insumos, no hay medicamentos.
El caso del señor Alexis García y la pesadilla que vivió el día que iba a recibir el riñón que esperó por tres años es una situación que no debería suceder en un Hospital que está regentado por un Gobierno que asegura estar de lado de los necesitados. Un apagón acabó con una esperanza de calidad de vida.
Para todas las denuncias se han contrastado a los denunciantes y a los denunciados. Este periódico contrasta datos, no publica con ventajismo informaciones sin buscar la contraparte. No se publican versiones a medias. De esto puede dar fe Samuel Viloria, director del Hospital Universitario de Maracaibo. Al funcionario se le ha llamado en todas las oportunidades y sus declaraciones están en nuestras páginas.
Lo que el equipo de sucesos de La Verdad vivió dentro de las instalaciones del Hospital Universitario es un hecho que no debe suceder en un país en democracia. Aquí se seguirá denunciando con valentía y con vehemencia. Aquí seguiremos haciendo periodismo responsable y respetuoso con los datos que se aportan. Aquí no hay censura ni autocensura. Somos un periódico que le cuenta a la gente cosas que le pasan a la gente. Este periódico no negocia sus principios.