Este cronista le endosa estas muertes al régimen de Nicolás Maduro, porque son sus fatales políticas las que han llevado al pueblo a andar tras cualquier dádiva como un pernil, que tanto anhelan los pobres para preparar la cena de año nuevo ante la escasez de recursos para poder adquirirlos
La lamentable e incomprensible muerte de una joven mujer de 18 años, en la vía que conduce a la populosa barriada de El Junquito, en Caracas, mientras hacía una cola por un pernil el día cuando debía encontrarse en su casa preparando las fiestas de bienvenida al año nuevo, tiene que llamar a la reflexión al régimen de Nicolás Maduro en torno a sus desastrosas políticas económicas que son las causantes de todo este desmadre.
Con la vida de Alexandra Conopoi se fue la otra que llevaba en su vientre, de cinco meses de gestación pues se encontraba embarazada
Un guardia nacional, que al parecer está formado para el control del orden público, no tuvo otra acción que ejercer que efectuar disparos al presentarse una situación de desorden, propia en este tipo de dispositivos gubernamentales, alcanzando en la cabeza a la dama preñada, y en el glúteo a otro joven que igualmente hacía cola.
Este cronista le endosa estas muertes al régimen de Nicolás Maduro, porque son sus fatales políticas las que han llevado al pueblo a andar tras cualquier dádiva como un pernil, que tanto anhelan los pobres para preparar la cena de año nuevo ante la escasez de recursos para poder adquirirlos con sus ingresos producto del trabajo de la gente, por la escalada indetenible de precios de los alimentos que ha hecho que Venezuela ostente el nada envidiable título de primer país del mundo en inflación..
Más aun, se produce este trágico y fatal incidente, cuando el Gobierno no pudo cumplir con una promesa formulada por el mismo Nicolás Maduro de entrega perniles navideños a más de seis millones de familias, los cuales nunca llegaron.
Este engaño originó protestas por todas partes del país, donde la gente salía a las calles a reclamar sus perniles y comida de los CLAP que tampoco aparecen. A todas estas, Maduro aprovechó un mensaje en cadena para dar una explicación increíble y estrafalaria sobre la falta de los perniles.
No quiero imaginarme qué podrá pasar en Venezuela si el Gobierno no corrige y cambia de rumbo, si acosados por el hambre la gente pierda el control, y salen en masa a protestar, y si ante una simple bronca la respuesta del efectivo castrense fue tirar a matar.
Hoy día, hay miles de razones más para protestar porque la mayoría de la nación está pasando hambre, y no es el aumento de un 40 por ciento del salario lo que calma el estómago, Presidente, porque con 247 mil bolívares no se compra ni siquiera un kilo de carne.