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Me gusta el fútbol, no conozco sus detalles, pero como todo evento de energía masiva termina involucrándome, así que el grito de gooooolllllll, goooollllll, se me atraviesa en la garganta cualquiera que sea el equipo que meta el gol.
Así que este martes, me senté frente al televisor y me dispuse ver el juego Chile-Uruguay y por motivos de trabajo, en la radio y la televisión, me he hecho de la jerga de los comentaristas y alguna gente se ha creído el cuento que sé algo de dicho juego.
Carajo, pero lo del martes, en el juego Chile-Uruguay, de verdad, me perturbó, pues fue la primera vez que vi en vivo y en pleno desarrollo una violación sexual, que además fue coreada ruidosamente y de manera salvaje por el público chileno, por los locutores, también, chilenos y por otros que no eran tan chilenos, pero que les gusta las vainitas mas o menos sadomasoquistas.
La cuestión es que un jugador de apellido Jara se acerca a otro jugador de apellido Cavani y le ha metido el dedo medio en el trasero. Obviamente, estamos ante un caso flagrante de violación y el jugador chileno debe ser castigado con todo el peso de la ley por semejante abuso, pues la violación es un delito muy grave, porque “compromete una serie de tutelados que forman parte de los derechos fundamentales del ser humano”.
Y que no me vengan a decir los comentaristas del fútbol, que eso es parte del juego. Veamos porqué: El jugador Cavani, jugador estrella del PSG de Francia, uruguayo de nacimiento y de 28 años de edad, se encontraba de espaldas, un poco distraído cuando de pronto el defensa chileno, antiguo jugador del Huachipato, de 30 años de edad, se le acerca por la espalda, y sin el consentimiento de Cavani, el puñetero de Jara le profana su cuerpo y Cavani queda ultrajado, humillado y su integridad mental, sobre todo física, por supuesto queda hecha añicos.
El árbitro solo vio la bofetada que Cavani le pegó en el mentón a Jara y éste se lanzó al piso, dio dos vueltas de carnero, empezó a gimotear y hasta enseñó un diente que le fue aflojado, por el supuesto manotazo proferido por el ultrajado. Todo fue mentira. Lo que sí es cierto, es que Cavani fue violado y así lo expresa contundentemente nada más y nada menos que la ONU, ¡una pendejada!.
A través de esta nota y tomando en cuenta la gravedad de este caso; sugiero que lo que ha hecho el señor Jara contra el señor Cavani sea tipificado como “violencia contra el varón”, y que se permita sea reconocido dentro del derecho internacional, y que se decida volver a jugar el referido partido, a partir del minuto en que se produjeron los hechos lamentables antes descritos y finalmente que se suspenda por 50 juegos internacionales al jugador Jara y cuando se termine la suspensión, que se le permita jugar con las manos atadas a la espalda, pues ese hombre es un verdadero peligro.