
El Sebin investiga el atentado contra una joyería en la 72. Es el tercer establecimiento que atacan en Maracaibo en lo que va de 2017. La Policía insta a las víctimas a denunciar. Presumen que los ataques se deban a advertencias contra los propietarios para que paguen vacunas
La explosión retumbó en el centro comercial Paseo 72. Una granada estalló ayer, a la 1.00 de la madrugada, en la entrada de una joyería. La onda expansiva destruyó los vidrios frontales de otros dos locales de planta baja: una peluquería y un tercero sin letrero. Según un policía, puede tratarse del cobro de una extorsión. No hubo heridos y se desconoce a cuánto ascienden los daños materiales.
Los cuerpos de seguridad que actuaron no descartan que se trate de un tipo de advertencia para los propietarios del negocio. "Podría tratarse de una extorsión o una venganza", detalló un oficial.
A las 9.00 de la mañana el pasillo y las escaleras permanecían cubiertos de vidrios. En el salón de belleza, dos empleados coordinaban a un grupo de obreros para que reparara los daños. Los dueños, los empleados ni los encargados de los otros dos establecimientos se encontraban en el lugar.
En el centro comercial no se observaron cámaras de seguridad para ayudar a los oficiales en el trabajo de investigación. En la parte superior se observan tres cámaras, pero la posición de estas no alcanzó a captar nada de interés policial.
Luis Morales Guerrero, coordinador de la Gran Misión A Toda Vida Venezuela y comandante de la Policía Nacional Bolivariana, declaró que aún investigan para determinar las causas de los últimos atentados con granadas en los municipios Maracaibo y San Francisco, la procedencia de los artefactos explosivos y saber exactamente si se trata de un caso de extorsión. "Aún no hay denuncias".
Las investigaciones las coordina el Sebin. Pero el general instó a los comerciantes que son víctimas de extorsión a denunciar ante cualquier cuerpo de seguridad.
Ataques dispersos
Cuatro ataques a comercios con explosivos se reportaron en la región en cuatro meses. Los delincuentes lanzaron las granadas contra una distribuidora de cauchos, un café, una discoteca y una joyería, dos no estallaron y dos sí.
En febrero se reportaron dos casos. El 3 de ese mes lanzaron una granada oxidada contra una cauchera en la avenida 13 con calle 79A de Tierra Negra. No explotó. Un empleado la pateó a la acera y la cubrió con neumático. Dos semanas después hubo la explosión en la avenida 3Y con esquina de la calle 75. Los oficiales encontraron una espoleta del artefacto explosivo y la nota: “Los ataques continuarán si no pagaban multa, por seguridad”. Era el segundo atentado contra el café, en el primero solo tirotearon el establecimiento, estaba repleto de comensales.
Para despistar, los delincuentes se trasladaron, el 29 de marzo, para el municipio San Francisco. Los testigos alertaron a Polisur en cuanto notaron que se trataba de una granada, no explotó.
En todos los casos se maneja la misma hipótesis, bandas que se dedican a la extorsión y están amedrentando a los propietarios para que paguen vacuna. La Policía aún indaga si se trata de la misma organización criminal.
Peligra la vida
La Policía investiga 11 homicidios ejecutados presuntamente porque las víctimas se negaron a pagar vacuna. La Cañada de Urdaneta, Maracaibo, Rosario de Perijá y Cabimas son las localidades donde atacaron a las víctimas, en su mayoría comerciantes o dueños de establecimientos.