Maduro
Para los fascistas de la revolución madurista en la Constitución no existe el artículo 68 que garantiza el derecho de los ciudadanos a las protestas y manifestaciones públicas. Por el contrario, a estas acciones cívicas y pacíficas las califica como intentos de golpe (sin militares) y desestabilización.
Asimismo el fascista régimen de Maduro desconoce que la Constitución en ese mismo artículo establece taxativamente que no tienen que pedir permiso los manifestantes y solo tienen que notificarlo a la autoridad respectiva. Pero también se hacen los locos con el mandato constitucional que prohíbe el uso de armas de fuego y sustancias tóxicas en el control de manifestaciones pacíficas.
Pero si vamos a la Ley de Partidos Políticos observamos claramente cómo en su artículo 47 está muy bien claro que las autoridades no pueden obstaculizar, interrumpir o perturbar en forma alguna la celebración de las manifestaciones y, por el contrario, deben velar por el normal desarrollo de las reuniones públicas y manifestaciones. Igualmente, deben abstenerse de promover la cercanía de grupos contrarios a los protestantes y protegidos por los cuerpos de seguridad.
Como podrán observar los lectores, todas estas garantías que la Constitución establece para los ciudadanos como un derecho fundamental y las prohibiciones que le impone al Estado para permitir que estas expresiones populares se realicen en paz, son las que el régimen de Nicolás Maduro desconoce y patea como le viene en ganas, para después utilizar el manido argumento de la proyección hacia los opositores de todas las miserias que desbordan en sus irracionales actuaciones.
Se trata de acciones típicamente fascistas de un régimen de ideología comunista, lo cual es un poco raro porque el fascismo se pone en marcha en Italia precisamente para atacar las organizaciones políticas liberales y a los partidos comunistas, con la intención de imponer el estado totalitario.
Convocar unas contramarchas contra actividades pacíficas y pertinentes de la oposición democrática en el reclamo de la realización del referendo revocatorio como la Toma de Caracas el 1 de septiembre con una asistencia multitudinaria que el régimen se empeña en desconocer, y posteriormente contra la convocatoria de protestar en las sedes regionales del CNE como parte de la hoja de ruta de la MUD, era lo mismo que hacía Mussolini en Italia. Maduro es un fascista que pareciera desconocer el fin que han tenido gobernantes totalitarios en el mundo en un pasado que nadie quiere que se repita.