Las malolientes aguas se desbordan constantemente y corren como un río por el frente de sus residencias. En ocasiones la situación se agrava y las aguas se regresan por los sumideros de las viviendas
Al menos 100 familias de la urbanización América del sector Concordia, parroquia Carmen Herrera de Cabimas, tienen dos décadas padeciendo las consecuencias de un colector de aguas negras colapsado. Las malolientes aguas se desbordan constantemente y corren como un río por el frente de sus residencias. En ocasiones la situación se agrava y las aguas se regresan por los sumideros de las viviendas.
La calle Venezuela es una de las más afectadas. Leiliseth Manzano, vecina, recordó que la última vez que los personeros de la alcaldía trataron de intervenir fue hace una década cuando reemplazaron el colector dañado. Meses después el brote regresó. "Esto es nuestra calamidad. Hace dos años la alcaldía realizó labores de asfaltado en calles cercanas y esta calle no la arregló porque debían cambiar el colector. Se fueron y no hicieron ni una cosa ni la otra".
Las aguas residuales corren hasta la carretera J cerca de la institución educativa de Petróleos de Venezuela. Además perjudica a los carros de la línea de transporte público Nueva Cabimas y usuarios particulares que la transitan a diario. Todos piden a gritos solventar el problema.
Proyecto engavetado
Los vecinos y representantes del consejo comunal América II manifestaron públicamente hace dos años cerrando el acceso a la urbanización. Para ese entonces, como respuesta a sus solicitudes, el ayuntamiento local presentó un proyecto de sustitución del colector y reestructuración del sistema con la finalidad de evitar un nuevo colapso. El proyecto requería de 60 mil bolívares para su ejecución. Aún no se ejecuta.
Manuel Nava, vecino, informó que conoció de boca de representantes de la alcaldía que tenían el material para iniciar la obra, pero desconoce la razón de su paralización. Solicitó su ejecución en el menor tiempo posible. Las familias conviven con los malos olores y en tiempo de lluvia la situación empeora. "No sabemos qué esperan. Queremos que recuerden que esta situación es deplorable. Las aguas negras nos enferman. El olor es insoportable. No deben perder más tiempo".