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Las bíblicas Siete plagas de Egipto, pareciera que le hubieran caído a Venezuela, luego de 16 años de revolución bolivariana. Claro, las plagas fue un castigo que Dios envió a los egipcios para que el Faraón dejara partir a los hebreos de Egipto.
Pudiéramos decir, analizando la catástrofe que estos 16 años de zarabanda revolucionaria le han causado a Venezuela y a los venezolanos, que a nuestra patria le han caído las Siete plagas de Egipto, no por castigo divino, sino por la carencia absoluta de conocimientos apropiados para gobernar, la corrupción depredadora de los fondos públicos, y la aplicación de una ideología, muy extraña a la idiosincrasia de este pueblo, el comunismo, que ha fracasado donde se ha puesto en práctica y ha dado como resultado un país prácticamente en quiebra.
La grave crisis de suministro de agua potable que se vive a lo largo y ancho del país, es como un castigo de proporciones bíblicas y se asemeja a la primera plaga de Egipto,, donde el Río Nilo se tiñó de sangre, matando peces y todo signo de vida del caudaloso torrente, llevando sed y muerte al pueblo egipcio.
Otra plaga fue la de los insectos, capaces de dañar a personas y ganado, de los cuales Dios protegió a los israelitas que vivían en la tierra de Gosen. En Venezuela nos cayó una plaga de zancudos que han enfermado de dengue y chikunguña la casi totalidad de los venezolanos, sin diferencias de ideología, gracias al abandono de los programas preventivos en materia de salud.
Según el relato bíblico una de las plagas cayó, cuando Dios le dijo a Moisés que estirase sus manos al cielo, para que la oscuridad cayera sobre Egipto. Esta oscuridad duró tres días, tiempo durante el cual sólo hubo luz en las casas de los israelitas. Esta plaga es parecida a la que Corpoelec ha desatado sobre Venezuela con los apagones y racionamientos y se pudo dar por la falta de inversión y mantenimiento en nuevas fuentes generadoras de electricidad.
Pero la peor plaga fue la de las langostas que acabaron con todo tipo de plantación en Egipto, con la excepción de la tierra donde vivían los hebreos. En Venezuela nos cayó una plaga de langostas rojo-rojitas que han acabado con la fortuna más grande que algún país haya podido obtener por sus recursos naturales, como es el caso de la venta de petróleo. Asimismo acabaron con los productos alimenticios más importantes para los venezolanos. Las Siete plagas de Egipto, se quedaron pendejas al lado de las plagas de la revolución bolivariana.