Con el rutinante triunfo de Anacleta Serafina se abren las puertas hacia la magia del trazo fino, el dibujo libre, pensante; de la mujer vista con los ojos del alma, se abre el desnudo femenino como una vasta consumación de la creación divina
Sus dibujos son creaciones propias, cada cuadro es una lectura, una historia, un balance, una estrategia. Laura Díaz siempre apasionada del arte y de la historia universal logra en cada cuadro el detalle, milímetro a milímetro cada trazo nace del inconsciente de esta artista de El Saladillo que a sus 64 años, con esta nueva exposición El yo Antiguo, Antología de un Recorrido, honra sus 45 años como artista plástico.
“Primero fue la pintura, antes de Paola. Yo dibujaba desde pequeña y en las clases, lo hacía a escondidas, hasta que una profesora me cachó, me colocó el brazo en la espalda y me dijo: ‘Laura, qué interesante, por qué no llevas esto a formato más grande’. Le hice caso, esa fue la señora Lía Bermúdez, quien fue mi profesora de técnicas gráficas”.
“Recuerdo mi primera exposición, la hice en el Bellas Artes con 30 cuadros. Me fue muy bien. He tenido un recorrido exitoso en mi carrera con baches intencionales para descansar. En mis cuadros se trabajan figuras grotescas, sí, pero son humanizadas de una manera tan hermosa que la sublimizan. El yo Antiguo es la misma historia de la humanidad. Es el yo del hombre histórico, mesopotámico, egipcio, griego…”.
Marlene Nava, quien realizó la curaduría de esta exposición, certifica que “Laura Díaz es dibujo. Es una sola línea que compendia en esta muestra un sentimiento y un credo transmutados en la visión limpia de su lenguaje gráfico. Es la expresión originaria que se afina con los años, que se perfecciona con el oficio. Y que vuelve a ella para dejar fluir hasta el infinito esta insaciable necesidad de contar. Laura ha mantenido su trayectoria en base al dibujo, un dibujo sin fin en el que captura toda la historia de la humanidad, con sus vicisitudes y sus logros”.
Lo intrínseco
El trabajo de Laura Díaz es un trabajo elaborado, fino, donde se representa el destino con una alta presencia de la simbología egipcia, el uso de materiales le da fuerza, el texto dentro del dibujo es una especie de poesía.
“Yo siento que le da hermosura a lo que deseo transmitir. Cuando dibujo yo me voy de este mundo, me traslado cuando pinto. La gente se asombra de dónde sale todo. De un mundo mío interno, subliminal, inconsciente, donde hay tantas cosas. Utilizo rapidograph, tinta china pura, pincel, creyón, tiza pastel, marcadores, además elementos tipo collage. El dibujo es intrínseco en mí. Cada ser humano tiene un destino y este es el mío”.
Desde otros ojos
Para Régulo Pachano, presidente del Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez (CAMLB), la obra de Laura “es un dibujo de vida. Palabra, acción y transformación; desde su interioridad, sutil y duro, que a la vez lo recrea con historias del mundo, pero sublimemente impregnado de su yo antiguo”.
Martín Sánchez, director del Museo Virtual del Zulia, celebró “el reencuentro del público con Laura. Se valora el trabajo de una artista que también lleva tiempo callada y logra expresarse de nuevo. Sus obras son como grandes poemas ilustrados. El público desde hoy podrá venir al CAMLB que se transformó en un gran libro abierto para mostrar sus obras”.