Los
Desnudo ingresó ayer, a las 9.30 de la mañana, el cadáver de Juan Daniel López Anzola, de 20 años, en la morgue forense. Su cuerpo estaba perfectamente depilado, tenía su cabellera larga, amarilla alborotada, pero mantenía intactas sus pestañas postizas, sus frenillos, azules; y sus ojos delineados. Por su asesinato solo existe una hipótesis: se resistió al robo de su Samsung S5 y le clavaron un puñal en el lado izquierdo del pecho.
Alexis Anzola, tío del enfermero, comentó, en las afueras de la morgue, que a las 2.00 de la madrugada recibió una llamada. El interlocutor se identificó como policía y sin mayor preámbulo le informó que a su sobrino lo habían apuñalado para atracarlo y agonizaba en el Hospital Materno de Cuatricentenario.
La familia se dirigió hasta el centro de salud y corroboró la información. Tres horas más tarde, los médicos de guardia le notificaron a los Anzola que Juan había fallecido. “Queríamos que lo estabilizaran para llevarlo a una clínica”, detalló un pariente.
En las investigaciones, los detectives conocieron que el enfermero salió a las 12.00 de la medianoche de su vivienda en el barrio La Polar, municipio San Francisco, para una fiesta en Los Bucares. Primero se encontraría con su pareja. Dos motorizados lo abordaron en la calle 18, Primera Etapa del sector Cuatricentenario, parroquia Francisco Eugenio de Maracaibo, cuando esperaba un taxi.
El tío explicó que a Juan lo traicionaron los nervios y forcejeó con los atracadores. Uno de estos sacó un cuchillo y le dio una puñalada en el pecho. Aprovechó que cayó en plena vía pública para quitarle el celular y huir.
Los Anzola desconocen quien auxilió a su pariente. Lo encontraron en el hospital inconsciente y no pudieron enterarse por Juan qué había pasado.
Quienes hacían las diligencias y esperaban la entrega del cuerpo en la morgue forense se lamentaban de su deceso. Lo describieron como un muchacho tranquilo, trabajador y humilde. Todos esperan que se haga justicia.