
Royer
“Vamos a ver si tenéis suerte”, fue lo último que escuchó Olfranlis Carolai Paz Benvenis, de 23 años, antes de que un proyectil le atravesara el ojo derecho y la matara. Su cuñado, Royer Anderson Zabala Marval (22), quien apretó el gatillo, huyó con el arma de fuego al verla bañada en sangre.
El presunto homicida llegó a la residencia de Paz, en el barrio El Milagro del municipio Lagunillas, a las 7.00 de la noche del pasado viernes. Minutos después se fueron a la habitación de la joven con el hijo de Olfranlis, un hermano y un primo. Allí sacó su arma, le retiró cinco balas al revólver, le dejó sola una y dio inicio al juego, informó a la Policía.
Zabala le colocó el arma de fuego en el rostro a su cuñada, la accionó y le disparó en el párpado derecho. De inmediato huyó y no dejó rastro.
A la herida la trasladaron sus familiares hasta la emergencia del Hospital Pedro García Clara, pero ingresó sin signos vitales.
En sus declaraciones a los oficiales, los Paz defendieron al cuñado de su pariente. “Royer nunca había llevado un arma de fuego a la vivienda y que desconocen si andaba en malos pasos porque no había demostrado lo contrario”.
También comentaron que para ellos lo “ocurrido es accidental, porque Royer tenía una buena amistad con Olfranis y siempre se hacían bromas. Él tiene varios años de novio con su hermana. Lo que nos molesta es que hasta ahora no ha dado la cara. Huyó y desconocemos de su paradero”.