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Un niño de 10 años presuntamente mató por accidente a su hermanito de dos, ayer, en horas de la noche en una habitación de una residencia de la urbanización Nueva Venezuela, en Ciudad Ojeda, municipio Lagunillas.
A las 7.15 de la noche se escuchó el estruendo de la detonación. Los adultos corrieron a la habitación donde estaba Samuel Ferrer y su hermano mayor. Encontraron en el piso al pequeño en medio de un charco de sangre y a su lado, en estado de shock,a su acompañante.
La familia auxilió a Samuelito, lo llevó hasta la sala de emergencias del Hospital Pedro García Clara. Ingresó con una herida de bala en el ojo izquierdo. Según el reporte médico lo hizo sin signos vitales. Murió de forma instantánea.
Los funcionarios de la Policía científica investigan la procedencia del armamento e interrogan a los adultos que estaban en el sitio. De acuerdo con las declaraciones de los padres, los niños jugaban con el revólver cuando sin querer el mayor apretó el gatillo.
Los familiares estaban consternados por la tragedia. En las afueras del hospital se escuchaba el llanto desesperante. Pidieron consuelo a Dios para soportar el dolor. Se negaron a ofrecer detalles.