A las 4.30 de la mañana de ayer, en el barrio Pradera Alta asesinaron a Juan Carlos Aular. Los detectives de la Policía científica no descartan hipótesis sobre el móvil del crimen. A la víctima la atacaron cuando caminaba rumbo a su casa
Los vecinos de la calle 99J escucharon una especie de explosión en la madrugada, pero no salieron ni se asomaron por temor. Al salir el sol, frente a una casa azul en el barrio Pradera Alta del sector Chamarreta de la parroquia Francisco Eugenio Bustamante, estaba el cuerpo de Jean Carlos Aular Barboza, de 18 años, sobre un charco de sangre que salía de su cuello. Lo asesinaron de un disparo y al parecer luego lo remataron arrojándole en el rostro un bloque, que la Policía encontró a un lado del cadáver.
La víctima estaba tapada con una sábana mientras que sus familiares no creían lo acontecido. Los vecinos comentaban que escucharon el disparo que le quitó la vida a Aular en la madrugada, pero ninguno se asomó ni salió por miedo a represalias. Se conoció mediante un tío del occiso, en la delegación estatal de la Policía científica, que el joven estaba tomando con unos amigos en el barrio, donde vive su pareja embarazada. A las 4.30 de la mañana decidió irse a dormir y unos desconocidos lo interceptaron cuando caminaba en la vía. Lo sometieron, le apuntaron en el cuello con una escopeta y le dispararon. Después con cierto ensañamiento los delincuentes levantaron un bloque de concreto y lo dejaron caer sobre el rostro de Juan Carlos y huyeron del lugar.
Cinco horas permaneció el cuerpo sobre la trilla, ante la oscuridad de la barriada. Al ser avistado por los vecinos y moradores del lugar notificaron la novedad a la Policía. Funcionarios de la Policía Nacional resguardaron el cadáver y a las 9.30 de la mañana llegó la comisión de detectives y recabó las evidencias concernientes al caso y levantaron el cuerpo para subirlo en la furgoneta forense ante la mirada de los residentes de la zona.
Los Aular Barboza indicaron que su pariente ultimado vivía en el barrio Bolívar, no presentaba antecedentes penales ni policiales y que no tenía profesión definida, "hacía marañas o ayudaba como albañil". Dejó dos hijos y a su pareja en estado. Los familiares se enteraron del hecho a las 6.00 de la mañana. Los sabuesos no descartan hipótesis sobre el móvil del crimen. Evalúan si el muchacho sostuvo una discusión en la reunión donde estaba, si debía dinero o se metió en problemas con algún azote criminal de la barriada.
1 disparo de escopeta acabó con la vida de Aular Barboza