Le disparan en la cabeza para robar un bus

Una hermana recibió a Jackson Rolando Arenas Rueda (29), en el HUM durante jornada de trabajo. Maleantes irrumpieron un bus de la ruta El Marite y tirotearon a un pasajero por no detenerse

Al conductor de un bus de la ruta El Marite, al oeste de Maracaibo, lo sorprendieron dos antisociales armados para quitarle la unidad, entre sus pasajeros iba Jackson Rolando Arenas Rueda, de 29 años, quien en su asiento recibió un disparo fulminante en la cabeza.

En la emergencia del Hospital Universitario de Maracaibo retumbaba el sonido de las sirenas de una ambulancia a las 10.40 de la mañana del pasado 25 de diciembre. Los médicos atendieron a Jackson, unos 40 minutos después de que los atracadores dispararan a todos los tripulantes del autobús. 

Los galenos estabilizaron al herido y de inmediato lo remitieron a la sala de Rayos X para hacerle una placa y ubicar el plomo de la bala alojada en su cráneo.

Los técnicos en radiología atendieron el llamado, pero una de las expertas al ver el rostro del fallecido entró en pánico y comenzó a llorar, se trataba de un pariente. Tras recobrar la calma avisó a sus familiares que Arenas había recibido un disparo.

Tras 33 horas de agonía y lucha por mantener con vida a Jackson Rolando, los médicos indicaron a la familia que falleció a las 7.00 de la noche del pasado sábado en una camilla. 

César Arenas, hermano de la víctima habló ayer en la morgue y dijo que su pariente iba en el bus para visitar a unos amigos. “El conductor frenó en la parada de Samide, vía Los Lirios, y ahí lo emboscaron”. 

Desde un depósito salieron dos antisociales con armas de fuego, un pasajero gritó al chofer: “Dale que te van a robar”. El conductor hizo caso y aceleró pero los maleantes alcanzaron a asomarse por la puerta delantera y apuntándolo le exigían que se estacionara, pero este hizo caso omiso. El delincuente en venganza accionó su arma contra el bus en reiteradas ocasiones y una bala alcanzó a Arenas Rueda, informó la Policía.

César indicó que su hermano era el menor de ocho, vivía en el barrio José Alí Lebrún en el sector La Musical de la parroquia Antonio Borjas Romero. Tenía dos hijos, una hija de 11 días de nacida y un varón de dos años. Trabajaba con su suegro atendiendo un puesto de comida rápida.