Unos 180 minutos permanecieron atados y vendados los dueños de una camioneta y un 350 en una parcela, mientras los delincuentes desvalijaban sus vehículos. La Policía informó que un grupo comando sometió a las víctimas en una venta de comida, en el municipio Santa Rita. Los rescataron, pero los maleantes huyeron
Un grupo comando tomó como rehenes a los conductores de una camioneta, un camión 350 y a sus acompañantes en un puesto de comida rápida, en el municipio Santa Rita. Los encerraron por tres horas en un cambuche mientras desvalijaban sus carros. La Policía regional se enfrentó a los delincuentes, rescató a las víctimas, pero no capturó a ninguno de sus captores.
La banda de robacarros atacó ayer entre las 8.00 y 9.00 de la mañana a los conductores cuando se disponían a desayunar, en las ventas de comida al lado de la estación de servicio La Victoria. Primero sometieron al dueño de una Ford FX4, negra, placa A83AA9Y, junto a su acompañante. Los llevaron hasta una zona enmontada que colinda con el barrio La Explosión y los encerraron en un cuarto amarrados y con los rostros cubiertos.
Los delincuentes volvían a las adyacencias de los establecimientos en la Lara-Zulia. Amenazaron al conductor de un Ford Súper Duty, blanco, placa A86C52K. Los obligaron a subir al camión y a seguirlos. A los pocos minutos atacaron al chofer de una Kia Sportage, plata, placa AK505Y9, en uno de los locales, lo apuntaron y lo subieron a la unidad.
Rescate
Los oficiales de la Policía regional atendieron la denuncia. Rastrearon a los sospechosos y encontraron la vivienda donde escondían a las víctimas, las rescataron y recuperaron sus carros tras unos minutos de tiroteo.
Uno de los conductores comentó que lo atacaron 10 delincuentes armados, se desplazaban en una Kia Sportage, verde, placa AD897TD. Lo apuntaron y le dijeron que subiera a su camioneta que lo llevarían para quitarle el GPS, luego lo liberarían y llamarían para pedir rescate, si desobedecía lo mataban.
Los oficiales explicaron que el modus operandi de la banda es estacionarse frente a los puestos de comida y desayunar mientras esperan que lleguen los clientes para evaluarlos y luego robarlos. Los delincuentes solo alcanzaron a quitarle el dispositivo rastreador a la FX4.