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La alegría llegó a casa. Ayer salió Leslie Camila de la clínica donde le practicaron una craneotomía para extraer un tumor alojado en la fosa posterior del cerebro. Luego de una semana, la “pequeña guerrera” vuelve a su hogar a compartir con su hermano menor y demás familiares. La fiebre que atrasó su salida del centro de salud ya pasó. Los especialistas aún no determinan el origen del cuadro febril, los cultivos de sangre, heces y orina que le hicieron tardan varios días en procesarse.
Los familiares están a la espera para retirarle los puntos de su operación. En 21 días tendrá que asistir a la clínica para que le quiten las suturas. Reyna Carreño, abuela de la niña, informó que a finales de mes Leslie será sometida a una resonancia para verificar el estado real del cerebro. Los resultados del estudio y la biopsia de los oncólogos determinarán los pasos a seguir, que podrían ser varias sesiones de radioterapia y quimioterapia.
La distancia no fue una limitante para que su ángel, quien donó el monto para la operación, mantuviera contacto permanente con la familia para saber del estado de salud de la niña y su evolución. La familia de Leslie le agradece publicamente el valioso gesto, aunque el donador prefiere mantener el anonimato.
Sobre la guerrera
Leslie Camila Añez llegó al mundo en diciembre de 2011. A pesar de ser producto de un embarazo de nueve meses, la niña nació con bajo peso y estatura, como un bebé sietemesino. Sin embargo, los médicos achacaron la anomalía a un posible envejecimiento placentario que no había sido detectado y como todas sus funciones eran acordes con las de un neonato normal, no se indicaron investigaciones posteriores.
Al cumplir los dos años, en diciembre de 2013, se presentaron los primeros síntomas de la enfermedad, con mareos, dolor de cabeza, irritabilidad y dificultad para caminar. Ya en enero de 2014 Leslie dejó de andar y no podía moverse ni sostener la cabeza. Se le realizaron diferentes pruebas y se determinó que padecía una lesión ocupante de espacio en el cuarto ventrículo del cerebro. Fue operada de emergencia para colocarle una derivación ventrículo peritoneal (válvula) y un mes más tarde se procedió a la extirpación del tumor.
La biopsia indicó que se trataba de una lesión maligna llamado meduloblastoma, un tipo de tumor embrionario de crecimiento rápido que se forma en las células del cerebelo. Por su ubicación, es una masa de difícil extracción, ya que se corre el riesgo de afectar partes importantes del cerebro y dejar secuelas.
La “pequeña guerrera” tiene actualmente tres años y nueve meses, su desarrollo cognitivo y psicomotor es satisfactorio y acorde con su edad, aunque solo mide 82 centímetros y pesa nueve kilos. Las dos intervenciones quirúrgicas cerebrales a las que la sometieron no dejaron secuelas, así que ella habla, camina, corre, juega, canta, baila y su mayor anhelo es “ir a estudiar en el kínder”, como ella misma lo refiere.
La familia guerrera
Leslie Camila es hija de Richard Áñez (21) y Darling Rojas (23). El padre estudiaba Educación Industrial en LUZ cuando la niña fue diagnosticada y tuvo que abandonar la carrera. En la actualidad está desempleado. La mamá es ama de casa y se encarga de cuidar a la niña y a su hermanito Daniel Alejandro de 20 meses de edad. Debido a los cuidados que requiere Leslie, su madre no puede salir a abastecerse en los supermercados de los productos básicos.