Lester
Lester Toledo, cofundador del partido Voluntad Popular, narró su persecución por la policía política y la búsqueda de aliados en Estados Unidos y Europa en una entrevista con el diario El País de España.
La noche del 28 de agosto. Una decena de funcionarios del Sebin, la policía política venezolana, irrumpe en el domicilio de Lester Toledo, uno de los fundadores de Voluntad Popular. Es un departamento de un bloque de viviendas del Estado de Zulia (noroeste de Venezuela) en el que vive con su esposa y su hija de tres años. Los agentes tumban la puerta, allanan 105 apartamentos, toman militarmente el edificio con un helicóptero y 60 patrullas, y le obligan a huir a través de un departamento contiguo, en el que permaneció 72 horas, reseñá el periodista Ignacio Fariza en su publicación.
“Tuve que atravesar la selva, dejarme barba y ponerme lentes para burlar los mecanismos de seguridad con los que rodearon Zulia para dar conmigo”, afirmó Toledo.
Relató que pasó 14 horas en una lancha y un vuelo, y que casi tres meses después se reencontró con su familia en Estados Unidos. Sobre su esposa, Yenny Chacín, abogada, que recibió a los agentes del Sebin cuando llegaron a su domicilio, pesa una orden de prohibición de regresar a Venezuela durante los próximos 200 años. Sobre él, una orden de arresto tan pronto como aterrice en Caracas: “Voy a regresar a mi país. Estoy dispuesto a asumir la cárcel, no tengo problemas. Mi historia es solo una de tantas”.