En
A Enyelberth Ballestero y a su compinche, Jean Carlos Arrieta, los sorprendieron dentro de una casa en La Chamarreta. Los vecinos no preguntaron qué hacían adentro, simplemente los atacaron, los sacaron a golpes y empujones de la residencia. Buscaron palos y piedras y los ejecutaron en una de sus calles. Nadie los defendió, los acusaron de ladrones y los sentenciaron a muerte.
Ayer, a las 3.30 de la tarde, la Policía se acercó por el alboroto a la barriada. Con ayuda del Cuerpo de Bomberos trasladaron a Ballestero al Hospital Universitario de Maracaibo. Aún respiraba cuando llegaron los oficiales. Su acompañante no tenía esperanzas de sobrevivir, se desangró en la calle. Tenía heridas por todo el cuerpo. Se estima que su edad no exceda los 25 años.
En la emergencia del centro asistencial no había muchos recursos para reanimar a Enyelberth. Allí falleció poco después de su ingreso. Su identidad la aportaron los oficiales, por la cédula que guardaba en su pantalón.
La comunidad los acusó de azotes de barrio. Nunca precisaron qué hurtaron dentro de la residencia, pero ya los conocían por sus andanzas en la parroquia Francisco Eugenio Bustamante.
Ambos cadáveres ingresaron a la morgue forense. Arrieta vestía pantalón negro, una camisa negra de rayas grises y unas botas de seguridad.