La familia de Jesús Ángel Ferrer denunció que lo mataron por error. Los oficiales lo confundieron. Aprovecharon que dormía para ajusticiarlo frente a su esposa
La Policía amaneció en la calle, persiguiendo y matando. En los operativos en Maracaibo y San Francisco ultimaron a dos ladrones de carros y a dos homicidas.
Una comisión de la Policía científica coordinó las primeras pesquisas. Arribaron en la madrugada al barrio Hijos de Dios, parroquia Domitila Flores del municipio sureño, allí irrumpieron en la casa 51A53 de la calle 281 y acabaron con Jhoan Trujillo (21), apodado el “Nenuco”, a este lo solicitaba el Juzgado 1.° por el delito de robo agravado de vehículo desde el 11 de junio de 2013. En el allanamiento se recuperó una pistola marca Llama, modelo Microma, calibre .380, serial 07040949899.
Seguidamente, los funcionarios se trasladaron a la residencia 50-184 en la misma barriada, en busca de Carlos “Bigcola” Molina (23), a quien vinculan con el robo de siete vehículos, tras enfrentarse a las comisiones resultó herido y trasladado a un centro de salud cercano, donde notificaron su deceso. Como evidencia, los sabuesos recolectaron un revólver marca Colt, calibre 32.
Aún no despuntaba el sol cuando los investigadores arribaron a la residencia de Jesús Ángel Ferrer Chacín (43), en el barrio Cerro Pela’o, parroquia Cristo de Aranza en Maracaibo, y lo ultimaron. Los oficiales comentaron que en el sitio recuperaron una escopeta sin seriales visibles, calibre 12. Al occiso lo buscaban por homicidio intencional por orden del Juzgado 5.° de ejecución desde el 28 de junio de 2001.
Al caer la tarde, la Policía regional dio la estocada final al día de procedimientos. Los uniformados llegaron al barrio Almawin y liquidaron a Andrés Jiménez Maldonado, alias el “Andresito”, de nacionalidad colombiana, a quien le seguían el rastro desde el pasado viernes tras haber asaltado una residencia, en el barrio El Chaparral. También se le vincula en el asesinato de cuatro policías.