Dervis Enrique Payares Arregoces escapó de la Penitenciaría General de Venezuela y se refugió al sur de Maracaibo. El fugitivo comenzó como funcionario del Ejército y tras su deserción se unió a la Policía regional y luego a las bandas de la región
Un tiro bastó para acabar con la vida delictiva de Dervis Enrique Payares Arregoces (31), sicario y lacayo de un expram de la cárcel de Sabaneta. Los oficiales de la Policía regional lo rastreaban como evadido de la Penitenciaría General de Venezuela y en las investigaciones les confirmaron su participación en el asesinato de Kevin José Yánez Molina (22), el 8 de mayo de 2014 en el sector Pomona.
La búsqueda terminó ayer, a las 6.00 de la tarde, en la avenida 19C con calle 110 del barrio Los Andes, parroquia Manuel Dagnino de Maracaibo. Payares al verse al descubierto quiso huir de la casa donde se refugiaba, saltó cercas y atravesó cañadas con la esperanza de escapar. Hubo dos enfrentamientos, pero el fugitivo no se rindió hasta que un proyectil le atravesó el pecho y salió por la espalda, detalló el informe policial.
Los policías lo montaron en una patrulla y lo llevaron al Centro de Diagnóstico Integral de Lago Azul, los médicos solo certificaron su deceso. Ya iba sin vida cuando lo bajaron.
Desvío
Payares no siempre fue criminal. En su juventud se alistó en el Ejército, pero a los meses desertó. Esa infracción lo llevó por primera vez a un tribunal. El Juzgado Décimo de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal Militar declaró "incompetente" la investigación en su contra y lo inhabilitaron para ejercer alguna otra función en un cuerpo de seguridad y se alista en la Policía regional.
En 2007 vuelve al estrado, esta vez, como exfuncionario de la Policía regional. El Juzgado Noveno de Control, según la Decisión 9C-315-07 y Causa 9C.015-07, lo privó de libertad por el delito de homicidio calificado en ejecución de robo agravado. Tras dos años de prórroga lo condenaron y lo recluyeron en la Cárcel Nacional de Maracaibo. Allí conoció al "Guajiro Blanco", se unió a su banda y se convirtió en su sicario hasta el cierre del penal y su posterior traslado a la Penitenciaría General de Venezuela, en Guárico, de donde se fugó hace meses.
En la actualidad "continuaba con trabajos de sicario y extorsión, así como el cobro de vacuna en las residencias cercanas a su guarida. Le hacía tiros a sus víctimas cuando se negaban a pagar", detalló un oficial.