
Hasta
Una ráfaga de disparos se escuchó, ayer a las 6.30 de la mañana, frente a la estación de servicios de la urbanización San Jacinto, parroquia Juana de Ávila del municipio Maracaibo, cuando unos sicarios tirotearon a Lenin Walter Mavárez Castro, de 35 años, hasta matarlo.
Sentados en unos de los muros rojos que rodea la morgue forense de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia, permanecían los familiares de la víctima. Lloraban, gritaban, “nada podía contener su dolor”, uno de las mujeres se aferró a la puerta metálica roja, esperaba que Dios le regresara la vida al muchacho.
Cuando los medios de comunicación llegaron, los parientes del infortunado aprovecharon para relatar cómo había ocurrido el asesinato, no sin antes clamar justicia y exigirles a los detectives del Eje de Homicidios de la Policía científica que esclarezcan el hecho.
Un allegado a los Mavárez comentó que Lennin salió de su casa en la mañana junto a su esposa, se pararon frente a la estación de servicio a esperar carrito por puesto de la línea Rafito Villalobos; conversaban mientras observaban pasar los vehículos repletos de pasajeros. Junto a ellos se detuvieron dos jóvenes, no dijeron una palabra.
Minutos después los maleantes desenfundaron un arma de fuego, apuntaron al hombre y le dispararon para dejarlo muerto en el sitio, tres balas impactaron en su pecho. Una vez perpetrado el crimen los delincuentes huyeron, el cuerpo de la víctima cayó sobre el pavimento, la sangre fluía en abundancia, se deslizaba por su ropa hasta cubrir parte de la acera.
Hipótesis
La pareja sentimental del occiso se dobló en el suelo, comenzó a gritar, pidió ayuda. En fracciones de segundos los transeúntes se acercaron a ella para saber qué había ocurrido, llamaron por teléfono a las autoridades correspondientes para que se dirigieran al sitio y realizaran las experticias.
La familia del muerto no esperó por la unidad de medicina forense, lo subieron en una camioneta ranchera, azul, con destino a la morgue. En la escena del crimen los sabuesos colectaron las evidencias, presumen que el joven tenía problemas con su verdugo y por eso lo mató.