Los comerciantes, pasajeros y choferes explican que el problema es el mal tratamiento de una cañería, en uno de los laterales del distribuidor, donde se acumula la basura que arrastra el agua. Los transeúntes se ven obligados a tomar medidas propias, generalmente, ya que las autoridades competentes no se hacen responsables del caso
“Siempre que llueve, esto se pone así de feo. Dura hasta dos o tres días. A veces nosotros mismos pagamos para que destapen la cañería”, comentó Heidi Julio, comerciante. El distribuidor Jesús Enrique Lossada, en la calle 100 Libertador, dentro del casco central de Maracaibo se inundó nuevamente luego de la lluvia que cayó ayer en la madrugada.
Los comerciantes, pasajeros y choferes explican que el problema es el mal tratamiento de una cañería, en uno de los laterales del distribuidor, donde se acumula la basura que arrastra el agua. Los transeúntes se ven obligados a tomar medidas propias, generalmente, ya que las autoridades competentes no se hacen responsables del caso. Los comerciantes toman la iniciativa de pagarle a un colaborador para que se introduzca en la boca principal a retirar la basura que imposibilita el flujo del agua e incluso a veces lo hacen ellos por su voluntad.
Algunos de los comerciantes que ubican sus puestos de trabajo en los alrededores del distribuidor deben moverse hacia otro lugar que no acostumbran para evitar que la inundación los afecte. Pese a que el problema es recurrente, los afectados se quejan ya que su trabajo, su tiempo e incluso su integridad física se ve socavada por las inundaciones.