La llegada de estos seres indeseables puede acarrear consecuencias para la salud de las personas
La llegada de las lluvias, combinado con el intenso calor de la ciudad, desencadena un aumento de las plagas como insectos voladores, zancudos, ratas, cucarachas y hormigas, pues se convierte en un ambiente perfecto para su reproducción, mientras que para la población es un verdadero dolor de cabeza.
En busca de lugares secos, las plagas invaden las casas, por ejemplo la proliferación de hormigas para estos días se debe a que los suelos absorben el agua de la lluvia, lo que destruye los hormigueros subterráneos y obliga a las colonias a movilizarse rápidamente hacia un ambiente sin humedad.
Por otra parte, constantes lluvias provocan que las cloacas se desborden, lo que obliga a los roedores a escapar y buscar refugios en sitios más secos como una casa o apartamento.
Qué hacer para evitar una invasión
- Mantener un ambiente limpio
- Cerrar puertas y ventanas
- Eliminar fuentes de alimento y agua, guardando los alimentos en envases de vidrio o metal
- Deshacerse de los desperdicios para evitar que queden a disposición de los roedores
- Vigilar la aparición de grietas o agujeros que conectan con patios o bajantes
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