Lo apuñalan en el estómago mientras sostenía un bebé

A Willy Medina Soto (31) lo mataron en un arranque de celos. Hace tiempo había tenido una relación con la esposa de un delincuente. El delincuente permanece evadido de la justicia. La familia del occiso exigen todo el peso de la ley para él

Willy Medina Soto, de 31 años, nunca imaginó que el amor que sintió alguna vez por una mujer lo llevaría a la muerte. En el sector Los Cocos, parroquia La Concepción del municipio Jesús Enrique Lossada, al oeste de Maracaibo, la víctima compartía con unos compañeros de trabajo en un local cuando sorpresivamente recibió una puñalada en el estómago que lo dejó totalmente desvanecido.

El tiempo pasaba volando, Willy comía, bebía y conversaba alegremente con unos amigos, al desviar la vista observó a lo lejos a aquella mujer con la cual tuvo una relación amorosa; discutía acaloradamente con un hombre mientras sostenía en sus brazos a un bebé recién nacido. La curiosidad lo invadió, dejó de prestar atención a las ocurrencias de las personas con quien estaba, así lo comentó Romaira Elizabeth Soto, madre del occiso, a las afueras de la morgue forense.

La pareja comenzó a caminar y al pasar justo por el frente del establecimiento se detuvieron al verlo, Willy Cabrera, esposo de la mujer, estalló en cólera e indignación, la batuqueó en reiteradas oportunidades; al sentirse acorralada decidió entregarle el bebé a Medina, él lo tomó en brazos para protegerlo, el vínculo era muy fuerte. El delincuente al percatarse del gesto se le lanzó encima para arrebatarle al pequeño.

Entre lágrimas, la madre de la víctima continuó con el relato, “nunca se dejó quitar el bebé, pensaba que era su hijo”. En un momento el antisocial logró su cometido, sin embargo, la joven se dejó llevar por los instintos, extendió los brazos y le arrebató a la niña. Ambos salieron huyendo del lugar cuando vieron al joven desvanecerse y caer al suelo.

Romaira apuntó que Willy no se había dado cuenta de que estaba herido hasta que uno de sus acompañantes se lo mencionó, la sangre que le brotaba del estómago cubría parte de su camisa y pantalón. Miró hacía abajo, vio el líquido fluir de sus entrañas, poco a poco comenzó a caer, ante la mirada atónica de los presentes. El hombre que llegó al local lo apuñaló en una sola ocasión y solo con ese impulso sesgó su vida.

Los compañeros de trabajo lo subieron a un vehículo para trasladarlo hasta el Hospital de la Concepción, pero debido a la gravedad de su estado los médicos decidieron remitirlo al Hospital Universitario de Maracaibo; donde finalmente murió después de ser intervenido ayer a las 11.00 de la noche. 

 

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